Una
vez relativamente superada la sorpresa, Dumbledore los invitó a tomar asiento,
pero especialmente Remus, se resistía a apartarse de la cama, aunque finalmente
fue a reunirse con los demás.
-
¿Cómo es posible? --
preguntó -- yo lo vi caer.
-
Todos vimos cuando la maldición de
Bellatrix lo alcanzó -- dijo Jason
-
Yo estaba aturdido en el piso --
dijo Bill más para sí mismo que para los demás --
pero recuerdo perfectamente que antes de perder el sentido, vi como
Sirius caía.
Dumbledore
los miró a los tres y una leve sonrisa se dibujó en sus labios antes de decir
algo.
-
Les repito, ustedes no vieron, ustedes
“creyeron” ver -- comenzó
-- y sí, ciertamente vieron el rayo
que dio en su pecho, pero ¿recuerdan su color? Y lo vieron caer, pero ¿Hacia dónde?
-
¡Rojo!
-- dijo Jason de inmediato --
¡Era rojo! ¿No quiso matarlo?
-- preguntó extrañado
-
Cayó hacia atrás --
dijo Bill
-
Atravesó el arco --
apuntó Remus
Los
tres habían contestado al mismo tiempo, y cada uno según aquello a lo que había
prestado más atención.
-
Sí y no,
-- dijo Dumbledore mirando a
Jason --
sí quería matarlo, pero no con una maldición, calculó que caería hacia
el arco como en efecto lo hizo -- dijo mirando a los otros dos --
pero no llegó a atravesarlo. Nadie se preocupó de asegurarse de ello.
Supongo que con la confusión general todos dieron por hecho que estaba muerto,
pero yo sí lo vi, de modo que una vez que envié a Harry de vuelta acá y antes
de reunirme con Corneluis, bajé de nuevo a la Sala de la Muerte y allí estaba,
con medio cuerpo dentro del arco pero aún con vida. De modo que antes de que
los Aurores que estaban enviando a los mortífagos a Azkaban regresaran, yo
envié a Sirius hacia acá, y aquí ha permanecido desde entonces.
-
Pero entonces… --
comenzó Remus, aunque no sabía cómo continuar --
¿Qué le sucede?
-
Eso, me temo que no puedo contestarlo, lo
único que puedo aventurar son conjeturas
-- dijo y luego miró a Jason --
Espero poder contar con tus conocimientos en esto, no espero que lo
sepas pero sí que puedas averiguarlo y que podamos traerlo de vuelta -- y
adelantándose a la pregunta, agregó -- nadie lo ha revisado, como comprenderás no
me atreví a traer a ningún sanador para ello. Lo único que puedo informarte es
que sus signos vitales parecen estar bien, aunque no ha despertado desde
entonces.
-
Bien
-- dijo el chico -- lo
examinaré pero ¿tiene alguien alguna idea de qué se supone que hace ese arco?
-
Lo único que sabemos es que quien lo
atraviesa no regresa -- dijo el anciano --
hasta ahora no tenía conocimiento de nada parecido a lo que le ha
sucedido a Sirius.
Después
de unos minutos de silencio en los que cada uno de ellos estaba pensando en el
asunto desde diferentes ópticas, Dumbledore abordó un asunto más delicado.
Snape le había asegurado que sin ninguna duda la maldición del anillo lo
mataría a más tardar en un año. Sin embargo, consideraba innecesario decirles
aquello, en cambio sí debía asegurarse de que una vez que él faltase, ellos se
hiciesen cargo de la situación, tanto si estaban en camino a encontrar la
solución, como si no.
-
Caballeros, hay algo de suma importancia
que debemos tener en consideración
-- comenzó --
sabemos que estamos en medio de una guerra y que cualquiera de nosotros
puede morir en cualquier momento. De manera que aunque espero que podamos
hallar la solución a esto, de no ser así y si se da la circunstancia de mi
desaparición, confío en ustedes para hacerse cargo de la situación. Del mismo
modo que confío en su buen juicio para determinar a quién legarle esta
responsabilidad en el no deseable caso de que ninguno pueda continuar.
Ellos
asintieron de forma automática, pero sin duda estaban pensando en quiénes serían
los más apropiados.
-
Creo que Harry debe saberlo --
opinó Remus
-
Al igual que Tonks --
apuntó Bill
-
Estoy de acuerdo y desacuerdo al mismo
tiempo -- dijo el anciano --
Harry y Nymphadora tienen derecho a saberlo, pero no en este momento.
-
Pero…
-- comenzó Remus
-
Por eso te hice prometer que no dirías
nada --
dijo Dumbledore mirándolo con condescendencia -- crees
que le proporcionarías una alegría a Harry y probablemente lo sea, pero de qué
le serviría saber que su padrino vive en esas condiciones, solo le estaríamos
dando un motivo más de preocupación, y les aseguro que ya tiene bastantes.
Remus
entendió el razonamiento y aun con cierto pesar, asintió sin insistir.
-
En cuanto a Nymphadora, es un riesgo
hacerlo -- dijo con preocupación -- es
hija de Andrómeda y todos saben que ella es la gemela de Bellatrix. Si
Andrómeda lo sabe, corremos el riesgo de que Bellatrix en algún momento se
entere, y no porque ella vaya a decírselo, sino por la conexión existente entre
gemelos y si a eso le sumamos que Bellatrix es una experta en invadir mentes
ajenas -- dijo mirando a Jason --
estaríamos arriesgando mucho.
Se
hizo de nuevo el silencio, porque no tenían como rebatir aquellos argumentos.
Pasados unos minutos, Bill abordó otro asunto.
-
Profesor, ya ha pasado bastante tiempo y
no hemos localizado al niño, usted…
-
¿Niño?
-- preguntó Jason que de los
presentes era el único que no estaba al tanto de la existencia de Anthar --
¿Qué niño?
-
El hijo de Sirius --
informó Dumbledore para el mayor asombro del chico
Entre
los tres le contaron la historia y las circunstancias en las que había
desaparecido el pequeño.
-
Y no creo que haya muchas posibilidades
de encontrarlo -- finalizó mirando a Bill y a Lupin
-
No creerá que… --
comenzó Remus
-
No, no creo que esté muerto -- lo
interrumpió él -- si hubiesen querido matarlo lo habrían hecho
en el momento que mataron a la madre, y aunque aún no tengo muy claras las
posibles razones para llevárselo, sin duda tienen un fin.
-
Estamos hablando de Voldemort --
dijo Jason -- sabiendo de quien es hijo, probablemente
intente chantajear a Harry con ello.
-
Es una posibilidad y se ajustaría a su
modo de hacer las cosas, pero algo me dice que
no es eso exactamente o ya tendríamos alguna señal de ello --
dijo Dumbledore -- en cualquier caso debemos estar preparados
-
Eso sí tendremos que decírselo a
Harry --
dijo Remus
-
Me temo que por muy triste que sea sí,
tendremos que hacerlo -- aceptó el anciano con pesar --
Como Sirius está legalmente muerto, debo informarle de lo que le ha
legado, de manera que en ese momento le haré saber de la existencia del niño,
de lo sucedido con él y de lo que suponemos que podría estar planeando
Voldemort.
-
Además, Sirius quería que Harry fuese su
padrino -- apuntó Lupin
-- planeaba decírselo este
verano.
Luego
de esta charla, Jason se dedicó a examinar a Sirius. Tal y como le había dicho
Dumbledore, los signos vitales estaban relativamente en orden y no exhibía
heridas ni ningún otro daño físico.
-
¿Y bien?
-- preguntó Lupin cuando el chico
se incorporó y se quedó mirando a Sirius
-
Todo indica un estado severo de pérdida
de consciencia pero la pregunta es por qué
-- dijo Jason -- en
apariencia no hay ninguna herida que haga pensar en un trauma cráneo encefálico,
que fue lo primero que pensé.
-
¿Por qué?
-- quiso saber Bill
-
Bueno, no sabemos qué hay al otro lado de
ese arco, pero suponiendo que sea un sólido piso, podría haberse golpeado tan
fuerte como para producir el traumatismo, pero nada me indica eso --
le aclaró -- sin
embargo, tiene todos los síntomas de una lesión estructural del sistema
nervioso central.
-
¿Cómo?
-- preguntó Lupin
-
Casi no tiene reacción al dolor, los
reflejos son fugaces y un movimiento
divergente de las pupilas, todo ello es indicativo de un daño a nivel del
sistema nervioso central, pero como dije, no veo el motivo ya que no hay
traumatismo -- hizo un breve silencio antes de agregar -- Las
otras posibles razones serían enfermedades de las que tampoco hay evidencia.
-
Pero podrá hacerse algo ¿no? --
insistió Lupin
Jason
pareció pensarlo antes de responder, porque como él veía las cosas, a pesar de
que los síntomas eran aparentemente claros, lo llevaban a un callejón sin
salida. De modo que tendría que dedicarse a investigar otras posibles razones
que diesen como resultado aquel estado.
-
Ahora no puedo decirlo con precisión -- les
dijo --
hasta tanto no encuentre lo que causa este profundo estado de
inconsciencia, no puedo hacer nada para remediarlo. Profesor --
dijo mirando al anciano director
-- ¿Qué posibilidades hay de
examinar ese “dichoso” arco?
-
¿Crees que sirva de algo? --
preguntó Dumbledore a su vez
-
Pues la verdad no lo sé, pero es la mejor
opción que tenemos de momento -- reconoció Jason
Dumbledore
pensó que aquello no sería muy fácil. A pesar de que Fudge ya estaba
perfectamente al corriente de que tanto Harry como Dumbledore habían estado
diciéndole la verdad durante todo aquel tiempo, aún no se mostraba muy amable
con Dumbledore, y ello no le habría servido de mucho, porque una vez que se
supo la noticia del regreso de Voldemort, una vociferante multitud comenzó a
pedir la cabeza de Fudge, de modo que éste había sido sustituido por Rufus
Scrimgeour. Aparte de ello el Ministerio
estaba en crisis. Un par de días atrás habían comenzado a aparecer en El Profeta breves reseñas de las
actividades de los mortífagos. De manera que el Ministerio hizo circular un
folleto que en teoría y según sus “expertos”
ayudaría a la comunidad a proteger su casa y a su familia contra las
artes oscuras. Particularmente a Dumbledore le había parecido bastante inútil,
pero se abstuvo de hacer comentarios. Tampoco sus relaciones con Scrimgeour
eran las más cordiales desde que había intentado que Dumbledore lo acercase a
Harry, con fines netamente publicitarios, en su opinión. Por todo lo anterior
si Jason quería entrar a ese lugar, el asunto no se presentaba fácil.
-
Tendremos que hacerlo por el camino
difícil -- le dijo al chico --
saben tan bien como yo cómo están las cosas en el Ministerio. No
obstante, sin duda puede hacerse, pero tendrán que hacerlo solo dos de ustedes
y con el mayor de los cuidados, porque están al tanto de lo peligroso que puede
ser, tanto si los atrapan, como el arco mismo.
-
Bien
-- dijo Jason -- lo
haremos Bill y yo.
Lo dijo
de manera tajante y enfática sin detenerse a considerar los posibles peligros,
y mucho menos sin dejar opción a que Lupin fuese su compañero en aquel
asunto. Algo por lo que Remus no
protestó, porque sabía perfectamente las razones.
Dumbledore
quedó con ellos en que les avisaría el día que podrían realizar la incursión
con menos riesgos. Una vez acordado eso, también le concedió a Lupin el pasar
tanto tiempo como pudiese en el Castillo con Sirius. Luego de lo cual se
despidieron y marcharon cada uno a sus actividades.
El
verano estaba resultando bastante difícil para Hermione, a pesar de que tanto
Ginny como la señora Weasley se habían tomado su ruptura con Jason, de manera
bastante tranquila y se habían mostrado comprensivas, no sucedía lo mismo con
los varones Weasley. El señor Weasley, no había hecho comentarios pero Hermione
sospechaba que de un modo u otro, él sabía que aquello iba a ocurrir, mientras
que para su asombro, quien se mostraba decididamente distante era Bill. Los
gemelos habían hecho bromas desagradables, pero nada más. Mientras que Ron se mostraba directamente desagradable. Desde
el día de su ruptura, Jason apenas se había dejado ver por La Madriguera argumentando
que tenía mucho trabajo en el Hospital. En tanto que Remus, le había dicho
Hermione la única vez que se había acercado por allí, que Dumbledore le había
asignado una tarea, y ésta lo mantenía muy ocupado.
La
llegada de Harry constituyó en cierta forma un alivio para Hermione, ya que
aparte de sentirse feliz de ver a su amigo de nuevo, su presencia contribuyó
para mejorar un tanto las relaciones con Ron. El día de su llegada, Harry les
había contado el asunto de la profecía, y a pesar de que el contenido de la
misma era de naturaleza muy seria, el chico no se mostraba especialmente
asustado, además de informarles que ese año Dumbledore le daría clases
particulares. No le había informado clases de qué, pero si Dumbledore lo hacía,
tanto Hermione como Ron, estaban convencidos de que era porque sin duda Harry
tenía una oportunidad en contra de Voldemort.
Luego
de esa charla, Hermione buscó un momento a solas con Harry, y le informó de su
ruptura con Jason. Contrario a los que ella había pensado, su amigo no se
mostró muy sorprendido.
-
Siempre me pregunté la razón por la que
estabas con él -- le dijo
-
¿Cómo?
-
Vamos Hermione, es posible que yo no sea
tan hábil como tú en cuestiones de sentimientos, pero pude darme cuenta que esa
relación era extraña -- dijo
-- es decir, es evidente que
Jason mataría por ti, pero tú nunca has sentido lo mismo por él.
-
Te equivocas Harry, yo sí lo quiero
mucho…
-
Pero no lo amas -- la
interrumpió él -- porque si ahora me dices que sí lo amas,
entonces sí me sentiré confundido de veras.
Ella
guardó silencio durante unos minutos, haciendo que Harry dudase de sus
conclusiones.
-
Por un tiempo pensé que sí lo amaba --
dijo al fin -- pero creo que solo me engañaba con el fin de
olvidar que a quien amo realmente es a…
-- se detuvo bruscamente al ver que
Harry abría mucho los ojos
De
pronto fue consciente de que si bien le había dicho al chico que había roto su
compromiso con Jason, no le había dicho nada más, y en realidad aquello sería
lo más difícil.
-
¿A quién?
-- preguntó Harry sacándola de
sus pensamientos
-
Harry promete que no empezaras a gritarme
-
¿Por qué iba a hacerlo? --
preguntó de nuevo con una desagradable sensación en el estómago
Los
instintos de Harry siempre habían sido buenos, y esta vez le decían y en
realidad se lo estaban gritando, que lo que iba a decir la chica no estaría ni
cerca de gustarle. Quería a Hermione como si fuese su propia hermana, había
sido testigo de su corta relación con Krum, y aunque no era que le hubiese
agradado, no intervino a pesar de que en ese momento creyó que Ron sentía algo
más que un cariño de hermano por ella, y se preguntó si aquello sería bueno.
Pero no habiendo pasado de allí, lo había hecho a un lado. Ahora se preguntaba
si el asunto iría en aquella dirección, porque si era así, pensó de manera egoísta
que probablemente sería hecho a un lado. Sin embargo, algo le decía que no. De
modo que se preparó a escuchar algo muy desagradable, y se prometió intentar
conservar la calma, por muy mal que le cayese el individuo, era su deber
prestarle apoyo a la chica no solo por lo mucho que la quería, sino porque ella
siempre lo había sido para él en los peores momentos. Pero a pesar de sus
buenas intenciones, comenzó a desesperarse al ver que ella no terminaba de
decirle quien era aquel infeliz.
-
¿Y bien?
-- insistió -- ¿Me
lo dirás o no?
-
Se trata de… -- le
estaba costando mucho -- es…
-
¡Hermione! -- se
exasperó el chico
-
Se trata de Remus Lupin --
dijo finalmente
Harry
sintió que el corazón había dejado de latirle, que la sangre había huido de sus
venas y que el mundo giraba a una velocidad insólita. Debía haber escuchado mal
o Hermione estaba gastándole alguna clase de broma. Pero cayó en la cuenta de
que ni Hermione solía hacer bromas, ni había escuchado mal. Así que de la
estupefacción más absoluta, pasó a la incomprensión, algo no estaba bien allí,
pero por qué ella no le decía nada, por qué seguía allí mirándolo como si…
fuese cierto lo que había dicho… ¿lo
era? No fue consciente de haberla sujetado por los hombros, ni de estar
sacudiéndola con violencia.
-
¿Has perdido el juicio? -- le
estaba gritando
Hermione
pensó que había sido acertada su decisión de salir al jardín para conversar con
él. Ella sabía que no iba a tomárselo precisamente bien, del mismo modo que
sabía, sobre todo después de su experiencia del año anterior, que Harry tenía
la tendencia a perder el control cuando estaba muy enfadado. E igualmente sabía
que solo era cuestión de darle algo de tiempo para que se calmase. Pero en ese
preciso momento una voz tan fría como el hielo, cortó el aire.
-
¡Suéltala Harry!
Pero
Harry estaba más allá de la comprensión en aquel momento, de manera que no se
enteró de que alguien le hablaba, mientras que Hermione que sí lo estaba viendo
por encima del hombro del chico, sintió escalofrío ante aquella mirada. Un
segundo después, Harry fue apartado con violencia de la chica y aterrizó un par
de metros más allá.
-
Te dije que la soltaras --
dijo Jason
Por un
momento Harry lo miró confundido, pero Jason le dio la espalda.
-
¿Estás bien? -- le preguntó
a Hermione y ella solo le devolvió un mudo asentimiento.
Jason
los miró a ambos y luego se marchó sin decir nada más. Hermione lo miró
alejarse y se acercó a Harry para ayudarlo a levantarse. Ella sabía que él no
le haría ningún daño en forma deliberada, y que solo había reaccionado de
acuerdo a su naturaleza, pero evidentemente eso no estaba tan claro para Jason,
que reaccionó de acuerdo a la suya.
-
No quise hacerte daño -- se
disculpó Harry
-
Lo sé, no te preocupes -- le
dijo y se sentó a su lado, ya que el rechazo su ayuda para levantarse del
piso --
Harry, yo no planee esto, debes entender que solo sucedió, y no ha sido
fácil.
Él la
miró durante unos segundos, y se sintió miserable al ver que los ojos de la
chica se llenaban de lágrimas. No entendía la situación, no le cabía en la
cabeza aquella relación, si es que había alguna.
-
Hermione… él…
-
Sí Harry, él me ama también, pero ha
luchado en contra de esto de manera incansable, y solo ha conseguido hacernos
daño a los dos.
Aquello
estaba fuera de toda lógica para Harry, pero Hermione era más que su amiga, y
no podía abandonarla en eso. De modo que la abrazó y la dejó llorar, para luego
tratar de escuchar pacientemente, toda la historia.
-
Hermione pero… ¿Remus? --
insistió cuando ella había llegado al final.
-
Sí Harry, Remus. Y lo amo con todo mi
corazón -- aseguró
-
¡Demonios! --
exclamó y luego le sonrió -- Bueno, si no hay más remedio.
Ella
se sintió sumamente agradecida, y volvió a abrazarlo.
-
Pero creo que Ron me odia ahora --
dijo con cierto pesar
-
No digas tonterías, también te “odiaba”
cuando lo de Krum ¿recuerdas? -- y ella asintió -- Ya
se le pasará.
Mucho
más tarde en la habitación y antes de dormir, Hermione recordó lo sucedido y no
puedo evitar sentir cierto temor. Lo que había visto en la mirada de Jason se
acercaba mucho a la más fría determinación de asesinar a quien se atravesara en
su camino, y a ella no le cabía ninguna duda de que él era perfectamente capaz
de hacerlo, porque sabía que era frío y controlado, pero eso no lo hacía menos
poderoso ni menos peligroso.
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