Al filo de la navaja

Al filo de la navaja
Nuestro pasado no determina nuestro futuro, son nuestras decisiones y nuestras acciones las que lo hacen. Así como tampoco somos responsables por lo que nuestros antepasados hayan hecho o pretendido hacer de nosotros, pero sí lo somos de lo que decidamos hacer con ello. El pasado es un hecho, el presente lo construimos segundo a segundo, y el futuro es un lugar incierto que siempre nos mantendrá… Al Filo de la Navaja

martes, 22 de julio de 2014

Cap. 55 Más problemas…



Bill se había quedado muy preocupado porque Ron se había marchado, y dudaba mucho que tuviese alguna oportunidad de encontrar a Harry y a Hermione si las cosas eran como le había dicho. Pero por lo pronto no les quedaba más remedio que esperar y seguir adelante.

Un día a mediados de febrero, estaba a punto de irse al trabajo cuando le llegó un mensaje urgente de Kingsley.

-         Bill no puedo salir del ministerio, pero necesitamos que vayas urgentemente a la casa de Tonks, y con la mayor discreción.

Bill y Fleur se miraron y se preguntaron qué nueva desgracia les esperaba. Pero no se entretuvo y marchó de inmediato.

-         ¿Qué sucede?  --  preguntó al llegar, pero por los ojos enrojecidos de Tonks, supo que nada bueno era

Ella lo hizo pasar sin decir nada, y para su sorpresa lo condujo al sótano. Sin embargo, si antes estaba sorprendido, ahora lo estuvo más. Allí se encontraba Ted, el padre de Tonks.

-         Está herido  --  le dijo la chica  --  Necesitamos a Jason, pero sabemos que no puede venir aquí sin correr un gran riesgo

-         No solo eso, “él”  --  dijo señalando a Ted  --  tampoco puede estar aquí y lo sabes ¿Desde cuándo no reciben “visitas”?

Por “visitas” se referían a los hombres de Turel que cada tanto tiempo, llegaban sin  avisar y revisaban toda la casa.

-         Hace tres días  --  y fue Andrómeda la que respondió

-         Mucho tiempo, tenemos que sacarlo lo antes posible.

Guardaron unos breves minutos de silencio mientras Bill pensaba. Ninguna de las casas era segura, porque todos estaban vigilados. El tiempo que Ron pasó en su casa, y aunque no se lo dijo, él y Fleur habían reforzado los encantamientos protectores, pero sabían que si aquellos desgraciados decidían ir, eso les serviría de muy poco, y en Shell Cottage no tenían un escondite seguro como el que tenían en La Madriguera, aunque ahora ese tampoco servía, porque a raíz de la aparición de Jason habían hecho un registro más exhaustivo y como en aquel momento no estaban utilizando el sótano, no estaba debidamente protegido y lo habían descubierto.  Detuvo su incesante ir y venir, y miró a Ted y luego a Tonks.

-         ¿Crees que pueda soportar que lo traslademos a Inverness?

-         La verdad no lo sé, pero lo estuve pensando y creo que es la única alternativa que tenemos.

-         Bien, entonces déjame enviarle un mensaje a Jason y nos vamos ¿de acuerdo?

La chica asintió y así lo hicieron.


Jason estaba tirado en el piso del salón jugando con Lyra. A la fecha la niña andaba por los ocho meses y su inquietud crecía con ella. Ya habían perdido la cuenta de las veces que había tirado y roto todo cuanto se atravesaba en su camino. Intentaba con verdadero ahínco caminar pero aún no lo había conseguido.

Lo que sí había logrado era decir algunas palabras, pero todo cuanto decía lo hacía a medias. Por ejemplo no decía papá, sino pa. Jason se había quedado Jey y Sirius Si. Aunque con Sirius había una variante, ya que eventualmente los llamaba Guau, por su costumbre de transformarse para divertir a la niña. Con Annie era aún peor porque solo decía A. Y recientemente los había sorprendido cuando Bill estuvo allí una noche y la niña para variar lo llamó Bi.

Jason como de costumbre, acudió a los libros y buscó todo lo relacionado con el lenguaje de los infantes, y finalmente dijo que no había que preocuparse por aquello, porque con el tiempo la niña comenzaría a hablar correctamente y que en todo caso, debían sentirse contentos porque lo estaba haciendo muy pronto. De modo que dejaron de preocuparse por aquello y lo asumieron como otra realidad de la vida, acostumbrándose a ser llamados por las mitades de sus nombres.

En aquel momento Jason estaba reparando un jarrón que la niña acaba de tirar, cuando apareció el patronus de Bill.

-         Prepárense, llego en unos minutos y llevo un herido.

-         ¡Sirius!  --  gritó Remus

-         No pa  --  dijo Lyra agitando la cabeza  --  Bi

De no haber sido preocupante la situación, habrían reído ante la confusión de Lyra al escuchar la voz de Bill, pero en aquel momento se preguntaban quién era el herido. De modo que Jason alzó a Lyra y se la entregó a Miles para que se la llevara a Annie, hizo desaparecer todos los juguetes que estaban esparcidos por el piso y se prepararon a recibir a Bill. Pero el tiempo pasaba y no llegaba, de manera que comenzaron a preocuparse. No solían enviar patronus, ya que no sabían ñeque situación podían estar los miembros de la Orden.

-         Un momento  --  dijo Sirius deteniendo su paseo  --  si Bill envió ese aviso, tal vez se encuentre en un sitio donde podemos enviarle mensaje nosotros sin alterar nada

Pero mientras discutían la conveniencia de hacerlo, otra figura plateada se posó ante ellos.

-         ¡Necesitamos ayuda, estamos en la casa de Tonks!

Todavía no se había desvanecido el patronus, cuando ya ellos estaban corriendo hacia dónde podían desaparecerse.


Una vez que Bill le avisó a Jason que iban para allá, se dieron a la tarea de ver cómo hacían para trasladarlo, ya que en realidad Ted estaba muy mal herido y Bill se preguntaba cómo había hecho para llegar hasta allí. Sin embargo, creyó que no era el momento de hacer preguntas, aunque luego pensó que debió hacerlas, porque estaban en la tarea de ver cómo lo sujetaban cuando escucharon el estruendo de los encantamientos al ser violentados.

-         ¡Bill, no pueden verte aquí!  --  exclamó Tonks

-         ¡No voy a dejarlas!  --  y dicho esto envió el aviso a Jason

Pero mientras él hacía esto, Andrómeda levantó su varita y apunto a Bill. Un rayo de color indefinido dio en el pecho del chico y aunque no sintió nada en especial, Tonks sonrió.

-         ¡Gracias mamá!

-         Olvídalo, ahora ocúpense de esos bastardos  --  dijo Andrómeda


Cuando Sirius, Remus y Jason se desaparecieron hacia la casa de Tonks, no pensaron en nada más que en que si Bill había enviado ese mensaje, era porque de verdad estaba en serios problemas. De manera que se aparecieron con las varitas en la mano de una vez.

Los hombres de Turel ya habían destrozado toda la entrada de la vivienda, y suponían que Bill y Tonks estaban peleando en desventaja. Empezaron a lanzar maldiciones en cuanto pusieron los pies en tierra, y se sorprendieron de la enorme cantidad de agentes que habían enviado, y aunque en algún lugar de sus cerebros se preguntaban la razón, relegaron eso y atacaron con furia.

Pero notaron que a pesar de que los tenían cercados, ya que Bill y Tonks, al menos que ellos supieran, debían estar del otro lado y ellos de este, no veían que avanzaran con suficiente rapidez, de modo que redoblaron los esfuerzos hasta que finalmente lograron divisar a Tonks, pero no veían a Bill por ninguna parte y eso le produjo una enorme angustia a Jason.

Sirius y Remus se hacían cargo de los últimos agentes, y Jason saltó por encima de los cuerpos y entró a la casa. Tonks ayudaba en ese momento a otro individuo, que parecía herido.

-         ¿Dónde está Bill?  --  preguntó con urgencia

-         Aquí  --  dijo el sujeto  --  Soy yo, Jason.

-         ¡Demonios!  --  exclamó el chico al más puro estilo Black

En ese momento se acercaron a la carrera Sirius y Remus.

-         ¿Qué sucedió?

-         ¿Dónde está Bill?

Y de nuevo aclararon que era el acompañante de Tonks, pero ya Jason estaba atendiendo la herida de su brazo.

-         No podemos entretenernos  --  dijo Bill  --  El padre de Tonks está gravemente herido y…

-         ¿Ted está aquí?  --  preguntó Remus con asombro

-         Después nos contarán  --  dijo Bill  --  estos mal nacidos seguramente enviaran más agentes al ver que estos no regresan.

Bajaron a toda prisa, Sirius y Remus sujetaron firmemente a Ted, mientras que Jason se dirigía a Andrómeda.

-         No se pueden quedar aquí, tienen que venir ustedes también  --  les dijo  --  Tonks tú lleva a tu madre, yo me hago cargo de Bill  --  y se desaparecieron los cuatro.

Cuando llegaron a la casa,  Sirius y Remus  se apresuraron a colocar a Ted en una cama y Grace y Dánaee los estaban ayudando con las mantas. Cuando Jason y Bill llegaron, Miles estaba en el salón con aspecto de no saber qué hacer.

-         Descuida Miles, yo me hago cargo de todo, si te necesito te aviso  --  y se volvió hacia su primo

-         Atiende a Ted primero  --  le dijo Bill que ya había recuperado su aspecto normal  --  lo mío no es serio.

-         De acuerdo, pero no te muevas de aquí ¿bueno?

-         Ve tranquilo que aquí te espero.

Subió en compañía de Andrómeda y de Tonks, y entraron a la habitación.

-         Lo hicimos tan delicadamente como pudimos  --  dijo Remus  --  pero está sangrando mucho.

Jason se quitó la chaqueta y se acercó a la cama.

-         Salgan todos  --  no era una orden susceptible a ser discutida, de modo que abandonaron la habitación

Una vez afuera, Andrómeda se deshizo en llanto y Tonks abrazó a su madre.

-         Tranquila mamá, todo va a estar bien.

-         Dora tiene razón Andy  --  le dijo Sirius  --  el Niño es uno de los mejores sanadores que he conocido, algo antipático, pero sin duda muy hábil

Después de media hora aproximadamente, Remus no soportó la tensión, repentinamente imágenes de Hermione, Harry o Ron  heridos en algún lugar y sin ayuda, habían invadido su mente.

-         Iré a ver cómo está Bill  --  dijo, y caminó hacia las escaleras y Grace y Dánaee decidieron seguirlo

Sirius consideró inoportuno preguntar en aquel momento qué era lo que había sucedido, dadas las condiciones en las que estaban ambas mujeres, de modo que solo se dedicaron a esperar. Pasaron dos largas horas, hasta que por fin Jason abrió la puerta.

-         ¿Cómo está?  --  preguntó Andrómeda

-         Va a estar bien  --  dijo él  --  de momento duerme y…

Pero no alcanzó a terminar, porque ambas mujeres se le fueron encima.

-         ¡Gracias!

-         Debe descansar  --  continuó el chico una vez que se liberó de los brazos de las Tonks  --  al menos durante unos días deberá guardar cama.

-         Jason, en cuanto papá mejore, veremos a dónde irnos, así que…

-         No digas tonterías  --  la cortó él  --  se quedaran aquí hasta que haya pasado el peligro ¿está claro?

-         Jason te lo agradezco mucho pero no sabemos cuánto tarden las cosas en volver a la normalidad  --  dijo Andrómeda

-         Independientemente del tiempo que demore, he dicho que no irán a ningún lado y no lo harán

Dicho esto, les dio la espalda y comenzó a caminar hacia las escaleras, aún debía atender a Bill.

-         Te lo advertí, pero ya te acostumbrarás a su lindo carácter  --  le dijo Sirius  --  después de todo es un Black también.

-         ¿¿Qué??  --  preguntaron ambas mujeres

-         Larga historia y supongo que quieren ver a Ted, luego hablaremos de eso  --  les dijo y entraron a la habitación

Jason atendió la herida de Bill que en efecto no era tan grave, y luego le preguntó qué había sucedido.

-         No alcance a preguntarle a Tonks  --  le dijo él  --  pero sabemos que estaban persiguiendo a Ted, de modo que asumo que lo encontraron y de algún modo logró escapar.

En ese momento entró Miles y le preguntó a Jason si iban a comer porque ya todo estaba listo, Jason asintió y le pidió que por favor avisara a las señoras. Y antes de que el hombre se marchase, le dijo que hiciera los arreglos porque también se quedarían en la casa.

Mientras estaban en el comedor, Tonks les refirió lo sucedido y era más o menos como se lo había imaginado Bill. Ted había estado huyendo pero sin querer abandonar el país y con temor de ponerse en contacto con su familia para no colocarlas en una situación difícil. Pero la noche anterior habían sido sorprendidos por una banda de snatchers.

-         ¿Habían?  --  preguntó Sirius

-         Sí, papá estaba en compañía de dos duendes, no recuerdo sus nombres, eran algo así como Gornuk y Grip… algo.

-         Griphook  --  aportó Bill  --  él y Gornuk desaparecieron hace meses

-         Bueno, aparte de ellos, también estaban Dirk Creswell y un chico llamado Thomas.

-         ¿Dean Thomas?  --  preguntó Remus y ella asintió  --  Es un compañero de los chicos  --  dijo con pesar

-         ¿Y qué sucedió con los demás?  --  preguntó Jason con temor de escuchar la respuesta

-         Dirk y Gornuk fueron asesinados, pero en el caso del duende y el chico, papá me dijo que los habían atrapado, de modo que lo más probable es que hayan sido llevados a Azkaban.

-         ¡Maldición!  --  exclamó Sirius con frustración

A media tarde, Bill les dijo que se marchaba y Jason se opuso tajantemente, porque aunque su herida no había sido grave, había perdido mucha sangre y quería estar seguro que estaba bien antes de dejarlo marchar. Pero lo que zanjó la discusión, fue un patronus de Kingsley donde les anunciaba que se reunirían en la noche, de modo que no valía la pena que se marchara.

Jason subió a ducharse y dejó Bill con Tonks, pero cuando salió del baño se encontró con una desagradable sorpresa.

-         ¿Podemos hablar?

-         No ahora, si me esperas “afuera”, es posible  --  le dijo

-         Me has estado evitando, y después de lo sucedido…

-         Perdón, pero partamos del principio de que aunque no estoy orgulloso de mi comportamiento, no era responsable de mis actos. Puedes acusarme de ello, pero difícilmente puedes pedirle explicaciones a un individuo ebrio, y en todo caso puedes hacerlo, lo improbable es que las consigas. Ahora, si tienes la amabilidad, me gustaría vestirme  --  le dijo señalando la puerta

-         Jason por favor…

-         Bien, como quieras  --  dijo él

Caminó hacia el guardarropa y comenzó a lanzar las prendas sobre la cama.

-         ¿Qué haces?  --  preguntó Dánaee

-         Pretendo vestirme  --  dijo él del peor humor y se quitó la toalla que llevaba a la cintura

-         ¡Jason!

Pero él se limitó a sonreír de forma maligna y comenzó a vestirse. Dánaee le dio la espalda y él rió aun con más ganas.

-         Si tanto te incomoda la desnudez, la puerta sigue abierta.

Pero ella no se movió y comenzó a hablar de espaldas, con lo que Jason llegó a la conclusión de aquella criatura era de un necio subido.

-         Es posible que hayas estado algo bebido…  --  comenzó ella

-         ¿Algo?   --  la interrumpió pero ella lo ignoró

-         … pero sin duda no fue tan malo para ti, así que ¿por qué te niegas a darle una oportunidad a esto?

Jason no podía creer lo que estaba escuchando, terminó de ajustarse los pantalones y se acercó a ella. Aun iba sin camisa y descalzo, aquel no era un espectáculo  tranquilizador en ningún sentido, de modo que Dánaee intentó mirar a otro lado cuando él se paró frente a ella.

-         Escúchame, lo que llamas “esto” en realidad no es nada, así que deja de suponer. Y por otra parte, estás suponiendo sobre la base de algo que ni siquiera recuerdo, y que bien mirado es más responsabilidad tuya que mía, porque yo estaba ebrio pero tú no.

-         No estoy suponiendo nada  --  dijo mientras él se sentaba de nuevo en la cama y comenzaba a ponerse los calcetines  --  yo estaba ahí, de modo que sé perfectamente que no te resultó desagradable.

-         ¡Ja! Debes conocer poco a los hombres si lo juzgas de esa manera

-         ¿Qué quieres decir? ¿Acaso no…?

Dánaee hizo silencio porque él había terminado de calzarse las botas, agarró la camisa y caminó de nuevo hacia ella.

-         No puedo decir si lo pasé bien o mal, no sé si me gustó o no, porque te repito que no recuerdo nada, y para tu información, el hecho de besar o acariciar a una mujer es algo que tenemos bien aprendido, de modo que no necesariamente debe significar algo

Jason  tenía perfecta consciencia de que estaba siendo en extremo duro y casi grosero, pero ya lo tenía harto con aquel asunto y en silencio agradeció a Sirius el no haber permitido que cometiese una locura aún mayor, pero antes de que Dánaee pudiese decir algo y aún antes de terminar de abotonar su camisa, salió disparado de la habitación al escuchar el llanto de Lyra.

Dánaee pensó que cuando no era el trabajo, era aquella condenada mocosa que ni siquiera era nada de él. Sin embargo, salió tras él y se asomó a la puerta que él había dejado abierta en su precipitación por llegar a la niña.

-         ¿Todo bien?

-        

Aunque la pregunta era del todo innecesaria, porque él tenía a la niña cargada y se veía perfectamente bien.

-         Es solo que no le gusta estar sola  --  le dijo

Después de eso, sentó a la niña en la cama y terminó de abrocharse la camisa, volvió a alzarla y se dirigió de nuevo a su habitación.

-         ¿Me seguirás ahora por toda la casa?  --  preguntó cuando vio que la chica entraba tras él

-         ¿Por qué tienes tú que hacerte cargo de Lyra? ¿Dónde está Remus?

Jason estaba peinándose y se volvió con ira.

-         Porque se me pega la gana y no tengo por qué dar explicaciones a nadie de ello.

Se ató el cabello como de costumbre, recogió a la niña que jugaba con la varita de él sobre la cama y salió de la habitación.

-         Asumo que nuestra conversación ha finalizado y no quiero volver a hablar del tema, así como espero que haya quedado suficientemente claro que entre tú y yo no hubo, no hay y no habrá nada   --  le dijo a la chica y se dirigió a las escaleras


-         Eso crees tú Jason  -- murmuró ella

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