Al filo de la navaja

Al filo de la navaja
Nuestro pasado no determina nuestro futuro, son nuestras decisiones y nuestras acciones las que lo hacen. Así como tampoco somos responsables por lo que nuestros antepasados hayan hecho o pretendido hacer de nosotros, pero sí lo somos de lo que decidamos hacer con ello. El pasado es un hecho, el presente lo construimos segundo a segundo, y el futuro es un lugar incierto que siempre nos mantendrá… Al Filo de la Navaja

lunes, 21 de julio de 2014

Cap. 45 Juramento…



Después que todos lograron asimilar el asunto, se apresuraron a “quemar” al supuesto  Jason para que los guardias que estaban apostados en la verja no sospechasen nada, y luego Ginny tomó a Lyra en sus brazos y  en compañía de su madre y de Fleur, se quedaron en la cocina para darle de comer a la niña y preparar la comida.

Los gemelos dijeron que irían a su tienda y regresarían más tarde, mientras que Charlie decidió retrasar su viaje un día más.

Entre todos los que subieron a la habitación de Jason nuevamente,  le informaron cómo habían estado las cosas luego de que él quedase sin conocimiento. Aunque normalmente Jason era bastante hábil para ocultar sus emociones, en esta ocasión y no habiendo un motivo para ello, fueron testigos del desfile de  ellas, desde la ira y la indignación  hasta el desmesurado odio del que se había hecho justo acreedor Evan Turel.

-         Lo que no entiendo, aunque me alegro de eso  --  dijo Sirius mirando a Remus  --  es por qué cambió de opinión con respecto a ti

-         Fue requerido por su Jefe

-         ¿Cómo lo sabes?

-         Porque repentinamente se llevó la mano al antebrazo, donde sabemos que tiene la marca, e inmediatamente decidió retirarse.

-         Pues alégrate mi amigo  --  dijo Sirius golpeando a Lupin en el abdomen  --  te salvaste por un…  --  pero se detuvo al ver que Remus había palidecido y se había doblado por la mitad sujetándose de la pared --  Hombre apenas si…

-         ¿Qué te sucede?  --  le preguntó Jason interrumpiendo a Sirius

-         Nada

-         Claro  --  dijo Jason  --  Acércate

-         Olvídenlo, ya dije que…

-         Lupin ¿tienes idea de lo que me costaría levantarme en este momento?  --  preguntó Jason

Pero Sirius más práctico y poco paciente, apunto su varita hacia Remus.

-         ¡EXIDI!  --  y la camisa de Remus le fue arrancada limpiamente del cuerpo, volando a las manos de Sirius,  pero…  --  ¡Demonios!

Charlie, Arthur y Bill también lo miraban con los ojos muy abiertos, porque toda la zona que iba desde el pecho hasta el abdomen de Remus, estaba amoratada.

-         ¡Lunático, pero qué…!

-         ¿Puedes devolverme mi ropa?

-         ¿Qué crees que haces?  --  preguntó Jason con voz helada  --  Haz el favor de venir acá

Con gesto de cansancio, Remus se acercó a la cama y Jason miró con atención.

-         Denme mi varita  --  dijo estirando la mano sin dejar de mirar a Lupin

Bill se la colocó en la mano y el chico procedió a pasarla por el cuerpo de Remus.

-         Tienes tres costillas rotas y a solo milímetros de perforarte el pulmón, idiota  --  dijo Jason enojado  --  ¿Por qué demonios no habías dicho nada?

-         No creí que fuese nada serio, solo…

-         Pues tengo noticias para ti necio, “es” serio  --  lo interrumpió Jason y se volvió a los demás  --  En aquel aparador  --  dijo señalando el mueble  --  en el segundo tramo hay una botella con una etiqueta azul, pásenmela.

Charlie que era el que estaba más cerca, así lo hizo. Jason la revisó y luego se la entregó a Remus.

-         Debes tomar una cucharada cada dos horas y procura no tropezar con nada si no quieres terminar con un pulmón agujereado.

-         Gracias.

-         Pero… no entiendo  --  dijo Arthur  --  Turel no…

-         No, no fue él. Esto sucedió antes de que él llegase. El otro sujeto al que Ginny le hizo el bonito arreglo en el rostro ¿Lo recuerdan?  --  y ellos asintieron  --  Estaba decidido a saber dónde estaba Sirius y bueno, ya conocemos sus métodos de persuasión.

Por un momento todos guardaron silencio, pero el silencio era algo que no se había hecho para Sirius Black.

-         Lo lamento mucho Lunático  --  le dijo acercándose y entregándole la camisa  --  pero te juro que ese desgraciado va a pagar por esto.

-         Olvídalo Sirius, tú habrías hecho lo mismo, en cuanto al sujeto en cuestión, espero encontrarlo yo mismo y entonces veremos.

La señora Weasley apareció con una bandeja en las manos y se acercó a colocarla sobre las piernas de Jason.

-         Debes estar muerto de hambre cielo  --  le dijo y el chico sonrió  --  Los demás pueden bajar, las chicas están sirviendo la comida.

-         Tía  --  dijo Jason una vez que todos salieron  --  ¿Saben algo de… los demás?

-         No cariño, Arthur les envió un patronus diciéndoles que todos estábamos bien, pero que no intentaran comunicarse. Ya sabes, estamos vigilados  --  él asintió y comenzó a comer

Ese día Jason guardó cama y atendió las heridas que aún no habían sanado del todo, pero a la mañana siguiente mientras todos tomaban el desayuno, los sorprendió con su presencia.

-         ¡Jason!  --  exclamó Ginny

-         Cariño, no deberías estar…  --  comenzó Molly pero fue abruptamente interrumpida

-         ¿Qué crees que haces Niño?  --  le gritó Sirius poniéndose de pie

-         Vine a desayunar  --  contestó él tranquilamente

-         ¡Eres un…!

-         Y ahí vamos de nuevo  --  dijo Lupin

Después de muchos insultos en ambas direcciones, miradas preocupadas y la explicación de Jason acerca de que ya podía ponerse de pie, pudieron en comer en relativa paz. Misma que no duró mucho, porque Arthur soltó una exclamación y lanzó el periódico sobre la mesa.

-         ¿Qué?  --  preguntaron varias voces, pero fue Remus quien tomó el diario

-         ¡No puede ser!

Volteó el periódico para que todos lo viesen. En la primera plana venía una foto de Harry tal y como se las había mostrado Turel, y con una leyenda abajo.

BUSCADO PARA SER INGTERROGADO SOBRE
LA MUERTE DE ALBUS DUMBLEDORE

-         Se están moviendo rápido  --  dijo Jason

-         Eso no es todo, lee las páginas interiores  --  dijo Arthur

Remus buscó y después que leyó, palideció. Los demás se preguntaban qué otra desgracia venía allí, y fue Arthur quien se los dijo.

-         La cacería de los nacidos muggles se ha vuelto oficial 

-         Pero eso ya lo sabíamos --  dijo Bill

-         Sí, pero ahora serán castigados todos aquellos que no puedan demostrar, que por lo menos tienen un pariente cercano mago. Y lo sustentan en una supuesta investigación llevada a cabo por el Departamento de Misterios, que según ellos, arrojó como resultado que la magia solo puede ser heredada, de lo contrario se supone que ha sido robada.

-         Pero… ¡Eso es ridículo!  --  exclamó Ginny

-         Claro que lo es  --  dijo Bill  --  pero por ridículo que sea, ahora son ellos los que ostentan el poder, por lo tanto pueden hacer lo que se les venga en gana.

-         Pero la comunidad mágica…  --  comenzó Molly

-         ¡No pueden pegmitir que tal cosa suceda!  --  intervino Fleur al mismo tiempo

-         No podrán evitarlo  --  continuó Arthur  --  como dice Bill, ellos son ahora la máxima autoridad, y quien se oponga terminará en Azkaban.

Unos golpes en la puerta los hicieron tensarse. Hasta ese momento los guardias no habían intentado ingresar a la casa, pero nada garantizaba que no fuesen ellos, aunque dudaban que fuesen a tocar la puerta. Arthur miró a Sirius, pero no había tiempo para que saliese de allí, de modo que de forma automática, todos aferraron sus varitas.

Sin embargo, no hubo necesidad de hacer uso de ellas porque quien estaba en la puerta era Kingsley. Después de los aliviados saludos, abrió mucho los ojos al ver a Jason.

-         Tú…

-         Larga historia  --  dijo el chico

-         Y espero me la cuentes en algún momento, pero no puede ser hoy  --  y se volvió a Arthur  --  Debes volver al trabajo Arthur y tú también Bill. Las cosas se están saliendo de control.

-         Sí, ya lo leímos  --  dijo Remus mostrándole el diario

-         Es mucho peor que lo que viene allí. El departamento de Aurores ha sido fusionado con el CCP, ahora estamos bajo las órdenes de Evan Turel  --  todos endurecieron el gesto al escuchar aquello  --  Se les ha suprimido a los duendes el control de Gringotts, de modo que no sé con qué te vas encontrar  --  dijo mirando a Bill  --  Los licántropos  --  y ahora miró a Remus  --  serán exiliados a comunidades apartadas, aduciendo que son un peligro para la sociedad, aunque aún no se ha determinado el lugar.

-         Bueno, era solo cuestión de tiempo  --  dijo Lupin con tristeza

-         Hay algo más con relación a eso  --  dijo Kingsley y su expresión adquirió una profunda tristeza  --  todos los miembros de la familia de un licántropo deben ser evaluados por los sanadores y determinar si son o no licántropos también  --  hizo una pausa antes de agregar  --  saben que tienes una hija

-         ¿¿Cómo??  --  se alzó un grito general

-         Al parecer nuestro nuevo y flamante jefe de departamento, tiene dos obsesiones en la vida, Sirius Black y Jason Prewet. De uno, cree haberse deshecho ya, pero como está decidido a atrapar al otro, se dedicó a investigarte en la creencia de que tú eres la llave para llegar a él.

-         Pero eso cómo…  --  comenzó Bill

-         Pidió todos los registros donde apareciese el nombre de Remus Lupin y…

No hizo falta que concluyera, había dado con el Registro de Nacimientos. Pero en el mismo momento que esa idea tomaba forma en sus cerebros, otra también.

-         Pero entonces, si sabe que Lyra es hija de Remus…  --  dijo Arthur

-         Sí, sabe que la madre es Hermione  --  reconoció Kingsley  --  y a primera hora se libró una orden de captura en su contra. En teoría, todos los nacidos muggles están siendo citados y mientras no les llegue la citación no sucede nada, pero si son citados y no acuden, entonces se emite orden de captura. Sin embargo, en el caso de Hermione este trámite fue suprimido acusándola de colaboración con un prófugo, entiéndase Harry.

-         ¡Pero esto es inaudito!  --  exclamó Arthur

-         Hay más todavía  --  continuó Kingsley, aunque ellos no estaban seguros de querer saberlo  --  Y es la razón principal por la que estoy aquí. Debes esconder a tu hija porque si la encuentran te la quitarán, teóricamente en beneficio de la niña.

Remus estaba más allá de las palabras, de modo que quién hizo la lógica pregunta fue Ginny.

-         ¿Por qué?

-         Eso se ajusta a otro decreto, donde se expresa que todo prófugo, proscrito o preso, perderá los derechos sobre su descendencia menor de edad, pasando ésta a la guarda y custodia de las autoridades mágicas.

-         Pero… pero… ¡Eso es una monstruosidad!  --  exclamó Molly

-         Lo sabemos pero nada podemos hacer de momento salvo tratar de mantenernos fuera de su alcance 

-         Esto es una locura  --  dijo Arthur  --  pero Kingsley tiene razón.

-         ¿Alguien tiene idea de dónde está Harry?

-         No  --  dijo Sirius

-         Pues igual hay que enviarles aviso de que no se dejen ver por ningún motivo.

-         Descuida, eso ya lo hicimos.

-         Bien, debo marcharme  --  y se volvió a mirar a Jason y a Sirius  --  Ustedes dos manténganse a distancia de Turel, todos sus hombres tienen la orden de llevarte vivo o muerto a ti  --  dijo señalando a Sirius  --  y si se entera de que tú estás vivo  -- dijo señalando a Jason  --  será igual  --  y antes de que ellos dijeran nada,  miró a Remus  --  Te conozco y sé que no vas a huir, por lo que te sugiero pensar en el encantamiento  Vigilis et Vita para tu hija.

Dicho esto se marchó a toda prisa dejándolos sumidos en la desesperación. Todo era mucho peor de lo que hubiesen podido imaginar. No obstante, había que tomar decisiones y rápido.

-         Charlie y ustedes dos  --  dijo Bill señalando a los gemelos  --  Vayan afuera y si es necesario Fred y George busquen la manera de distraer a los guardias, y Charlie avísanos cuando podamos salir  --  los tres salieron y Bill se volvió hacia Sirius, Jason y Remus  --  Ustedes tres irán al sótano hasta que encontremos la forma de sacarlos de aquí y dónde enviarlos.

-         Pueden ig a nuestga casa  --  dijo Fleur

-         Puede ser  --  dijo Bill  --  pero primero tenemos que protegerla, hasta entonces permanecerán allí junto con Lyra.

-         Pero la niña… tenerla en un sótano es… --  comenzó Molly

-         Molly  --  la interrumpió Arthur  --  ¿Cuánto crees que va a tardar Turel en enviar a revisar la casa? Él sabe que Remus está aquí, o por lo menos que estuvo.

-         Más bien se ha tardado  --  opinó Bill

-         Hay una solución para lo de Lyra  --  dijo Sirius  --  Yo haré el encantamiento y así no podrán encontrarla.

-         No puedes Sirius, conoces los…

-         Conozco los riesgos  --  lo interrumpió él  --  y estoy dispuesto…

-         No se trata de eso, piensa un poco, el encantamiento no puede efectuarlo alguien que tenga hijos, de modo que estás imposibilitado para ello.

Cuando Bill dijo aquello, todos ahogaron un grito. Se habían olvidado que ninguno de los que estaba allí sabía eso pero no hubo tiempo para aclaraciones.

-         Él no puede pero yo sí  --  dijo Jason

Cuando Jason dijo eso, Molly se llevó las manos al pecho. No es que no quisieran a Lyra, porque cualquiera de ellos habría dado su vida por la niña, pero la situación especial que la marcaría durante toda su vida, si aquel estado de cosas continuaba, hacía del asunto algo muy riesgoso.

-         No voy a preguntar si estás seguro porque sé que es así  --  dijo Bill mirando a Jason  --  De modo que sí Remus está de acuerdo…  --  y dejó la frase inconclusa mirando a Lupin

Todo estaba sucediendo muy de prisa, Remus estaba pasando por uno de los peores momentos de su vida preguntándose en qué demonios había estado pensando para hacerle aquello a la mujer que amaba y a su hija.

-         No tienes opciones Lupin  --  dijo Jason  --  así que hagámoslo  y terminemos con esto.

-         ¿Remus?   --  dio Bill al ver que no se decidía

-         Lunático  --  se acercó Sirius  --  Ya que no puedo ser yo, creo que el Niño es la persona indicada y…  --  miró a Jason y luego agregó  --  yo confío en él

No entendían que no se trataba de una cuestión de confianza, sino de las implicaciones de todo aquello. Ya él se sentía lo bastante culpable como para que además…

-         ¡Remus!  --  lo estaba sacudiendo Sirius  --  ¿Es que quieres perderla como yo perdí a mi hijo?

-         ¡De acuerdo!  --  cedió finalmente

-         Ginny por favor  --  dijo Bill y la chica corrió escaleras arriba a buscar a Lyra

Cuando regresó la puso en brazos de su padre, él la contempló durante unos segundos y le hizo un gesto de asentimiento a Jason.

-         ¡ALLECTARE CULTRI!  --  un par de segundos después, la daga de plata de Jason aterrizaba en su mano

Remus colocó a Lyra en brazos de Jason y la pequeña abrió los ojos.

-         Hola Nena  --  la saludó él como de costumbre

A continuación tomó una de las manos de la niña y con la precisión de un cirujano le hizo un pequeño corte en la palma y luego se hizo uno él cerrando en la suya la manito de Lyra. Miró a Remus, él asintió y los apuntó con su varita mientras Jason comenzaba a recitar las palabras que sellaban el compromiso.

-         Mae fy mywyd yn gaeth i'ch un chi
           Gyda tei gwaed fydd dim yn torri
           Os eich un chi yn dod i ben, yn mynd heibio mwynglawdd
           A dim ond yn y modd hwn, mae'r cylch yn cau
          Tyngaf fy gwaed, eich bywyd er mwyn diogelu
          Bydd fy tawelwch cadw dy darian yn
          Ni all neb dorri
        Dim ond y cysgod angau, pan ddaw i mi
       fydd yn gyfrifol am a ddaeth i ben  **


En cuanto concluyó, un fino hilo de color oro salió de la varita de Remus y se fue extendiendo hasta cubrir a Lyra y a Jason para después desaparecer absorbido por los cuerpos de ambos.  Jason depositó un beso en la frente de la niña y se la devolvió a su padre.

-         Jason, sé lo mucho que estás arriesgando y nada de lo que pueda hacer por ti será suficiente para agradecértelo.

-         No espero que lo hagas  --  le dijo  --  solo hay una cosa que espero de ti y es que las hagas felices o te juro que te mataré con mis propias manos.

Después de eso, Remus le dio la niña a Ginny y se prepararon para bajar al sótano.

-         ¿Cuánto tiempo tendremos que permanecer allí?  --  preguntó Sirius

-         Hasta que podamos llevarlos a otro lugar  --  le dijo Arthur

-         Pero no pretenderán que me quede encerrado bien sea aquí o en otro sitio ¿no? Porque si es así, se engañan miserablemente, tengo cosas que hacer y esos desgraciados no me lo van a impedir  --  dijo en forma tajante

-         Sirius por favor  --  dijo Molly  --  al menos por una vez en tu vida sé juicioso, tu cabeza tiene precio.

-         Descuida Molly, no pienso dejarme matar  --  dijo él  --  Aparte de que lo tendrán difícil  --  agregó con su habitual arrogancia

Y para consternación de los demás, Jason no era mucho mejor y lo demostró a continuación.

-         Esto es solo temporal  --  dijo Jason mirando a su primo   --  porque yo tampoco  me pienso esconder el resto de mi vida.

-         ¿Es que no escuchaste a Kingsley?  --  le preguntó Arthur porque Bill estaba a punto de golpearlo  --  En cuanto Turel se entere de que estás vivo…

-         Lo escuché  --  lo interrumpió él  --  pero Evan Turel aún no sabe con quién se metió. Me voy a convertir en su peor pesadilla y si realmente hay un infierno, va a desear estar en él, porque haré su vida tan miserable como me sea posible.

Los Weasley lo miraron con incredulidad a excepción de Ginny que sonreía complacida. Remus por su parte se preguntaba si había hecho bien en confiarle la seguridad de su hija a alguien que tenía tantas posibilidades de morir y que de hecho parecía estarlo buscando.

-         Oye Niño…

-         ¡Cállate Black!  --  lo silenció  --  Tengo tantas intenciones de dejarme matar como las tienes  tú

Por un momento los Weasley pensaron que estaban sentados sobre un barril de pólvora y que alguien estaba jugando neciamente con la mecha.

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** Traducción del Juramento:
 Mi vida atada a la tuya está
Con un lazo de sangre que nada romperá
Si la tuya acaba, la mía se extinguirá
Y solo de ese modo, el círculo se cerrará
Juro con mi sangre, tu vida proteger
Mi silencio será el escudo que guarde tu ser
Nadie nunca lo podrá romper
Solo la sombra de la muerte, cuando venga por mí

será la encargada de ponerle fin

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