El
tiempo seguía su curso. Se habían comenzado a registrar algunas extrañas
desapariciones y aunque todos estaban bastante seguros de a quién
atribuírselas, nadie lo decía. Estaban en una situación muy similar a la que se
vivía dieciocho o veinte años atrás, nadie sabía en quién confiar. Voldemort
estaba actuando con precaución, eso no podían negarlo. Había infiltrado a mucha
gente en el Ministerio, pero él se mantenía de bajo perfil, lo que los hacía
preocuparse aún más, ya que esto era señal de que tramaba algo grande y
potencialmente peligroso.
La
Profesora McGonagall les había informado que no la habían ratificado como
directora de Hogwarts, lo que produjo gran indignación entre los miembros de la
Orden, pero nada podían hacer. La Profesora les dijo que si bien no la habían
ratificado a ella, tampoco le habían informado aún quién se encargaría de la
dirección de la escuela, pero al menos sabían que la escuela seguiría abierta.
Aunque
prácticamente nadie lo sabía, dos días después de la última reunión, Remus y
Hermione contraerían matrimonio, pero al día siguiente de la reunión, Remus
llegó a la casa de los Granger muy consternado. Acababa de filtrarse la
información, aun no confirmada, de que iba a crearse una Oficina para el
Registro de Nacidos Muggles.
-
¿No lo ves? --
preguntó Remus con ansiedad al darse cuenta que Hermione no reaccionaba --
Esto significa que van a perseguirte.
-
Lo sé
-- dijo ella -- La
verdad esperaba que algo así sucediera, si Voldemort se ha infiltrado en el
Ministerio, sería absurdo no suponer que pondría en práctica medidas en contra
los “sangre sucia”
-
Hermione no…
-
No es momento para preocuparnos por un
término -- lo interrumpió ella --
Veamos, pensemos con calma. El decreto aún no ha sido aprobado ¿no? De
modo que tenemos tiempo de idear un plan.
Remus
estaba sorprendido por la forma fría y calmada con la que ella se estaba
tomando aquello, mientras que él estaba desesperado pensando en que pudiese
caer en manos de los mortífagos. Sin embargo, el resultado final de los
pensamientos de la chica lo dejaron más atónito aun.
-
Esto será lo que haremos -- comenzó
como si solo estuviese repasando una clase
-- Después de la boda nos iremos
a tu casa como habíamos planeado, pero antes…
-- hizo una pausa forzada en la
que él se dio cuenta que diría algo que le causaba dolor -- le
borraré la memoria a mis padres y los sacaré del país.
-
¿¿Qué??
-- preguntó él sin comprender y
evidentemente sorprendido
-
Remus, si lo que acabas de decirme
ocurre, y estoy segura de que ocurrirá, tendré que “desaparecer” y en cuanto
eso suceda vendrán por mis padres
-- dijo ella y él vio el brillo
de las lágrimas en sus ojos
-
Linda, podríamos hacer lo mismo que con
los parientes de Harry, estoy seguro que cualquier miembro de la Orden estaría…
-
No
-- lo interrumpió ella -- y
no es que no confíe en ellos, sino que prefiero que estén lo más lejos posible
de todo esto. Si sobrevivimos a esta pesadilla, los traeré de vuelta y si no…
pues tampoco sufrirán porque no recordaran que alguna vez existí.
Una
vez dicho esto, se refugió en los brazos de Remus y lloró todas las lágrimas
que él no le había visto derramar nunca antes.
La
Madriguera había sustituido a Grimauld Place como cuartel general, de modo que
ya los habitantes de la casa estaban acostumbrados al ir y venir de los
miembros de la Orden a cualquier hora. Aquella noche en particular faltando
poco más de una semana para que fuesen a buscar a Harry, y aunque todo estaba
ya preparado, habían decidido reunirse aquella noche todos los que
participarían en la misión, para repasar los puntos más importantes. Esperaban
solo por Arthur y Bill que aún no habían regresado del trabajo, cuando Molly
miró el reloj.
- Ya están en camino --
anunció
Efectivamente
unos minutos después vieron aparecer a los Weasley, e inmediatamente comenzaron a repasar el
plan. Sirius aunque no participaba directamente en la extracción de Harry de su
casa, estaba presente e insistió en revisar él mismo, los “ajustes” que le
había hecho Arthur a su vieja motocicleta. Mientras discutían y Molly los
miraba con la frente arrugada llegó Jason, pero como él tampoco participaba en
aquella parte de la misión, se limitó a un seco “buenas noches” y siguió de
largo. Pero Sirius era Sirius y no lo habría sido si se hubiese quedado
callado.
- ¡Ey niño! -- le
dijo como lo llamaba desde su recuperación y solo por su innata necesidad de
fastidiar a alguien -- Quédate, tú también formas parte de esta fiesta.
- No, no es así -- le
dijo él sin siquiera mirarlo -- y te recuerdo que tú tampoco.
- ¡Vaya!
-- dijo Sirius una vez que Jason
hubo desaparecido hacia la cocina
-- este chico en verdad necesita
socializar más.
- Déjalo en paz -- le
dijo Remus
- Nuestro primo solo socializaría
contigo si llevases falda… -- dijo Fred
- … fueses rubia --
agregó George
- … y con unos veinte años menos -- finalizó
Fred
- Pues eso denota inteligencia, pero me
encantaría saber cómo lo hace con ese “lindo carácter” --
insistió Sirius
- Bueno verás… --
comenzó George
- Ya basta ustedes tres -- los
interrumpió Remus -- concentrémonos en nuestro asunto
- ¿Qué más vamos a discutir? --
preguntó Fred
- Ya tenemos claro que por una breve y
“gloriosa” hora, seremos una copia flaca y huesuda del Elegido, mientras Hagrid
se encarga de traerlo sano y salvo a casa
-- sintetizó George
- Y cuidando de no ser el blanco de
alguno de nuestros desquiciados y buenos amigos
-- agregó Fred
- ¡Fred!
-- exclamó Molly furiosa
- George, madre --
dijo Fred fingiendo indignación
- Da lo mismo, los dos son igual de…
Pero
tanto la perorata de Molly, como las risas de Bill, Tonks y Sirius, quedaron
abruptamente cortadas cuando dos diferentes alarmas comenzaron a sonar con
estridencia. Un segundo después todos se habían puesto de pie, Ginny y Jason
habían entrado en carrera, mientras que Remus palidecía.
- ¡Lyra!
-- exclamó Hermione dejando
traslucir el terror que sentía en esa sola palabra
De
inmediato todos corrieron hacia el exterior. Cada una de las casas que estaban
relacionadas con la Orden había sido dotada de sistemas de protección, de modo
que cuando alguna estaba siendo violentada se disparaba una alarma en el
Cuartel, así como un chivatoscopio que había sido adaptado para aquello y que
daba aviso a los habitantes de aquella casa en particular. Conforme iban
alcanzando los límites de la propiedad, se iban desapareciendo sin esperar a
nadie.
Los
primeros en llegar fueron Remus, Sirius y Ron.
Remus no se había detenido a pensar en nada y apenas se aparecieron echó
a correr hacia la puerta, pero Sirius lo atajó, estaba en ello cuando
aparecieron a su lado Hermione, Bill y Jason, teniendo Bill que hacer lo mismo
con Hermione.
- ¡Espera! --
estaba diciendo Sirius a Lupin
- ¡Mi hija está allí! --
gritó él desesperado
- Y con toda seguridad ellos lo saben o
no estarían aquí -- dijo Jason
- El niño tiene razón --
dijo Sirius -- los quieren a ustedes, debemos actuar con
cautela
- ¡Al demonio con la cautela! --
exclamó furioso
-
Y a ti no deberían verte --
dijo Bill -- se supone que estás muerto ¿recuerdas? -- y
acto seguido apuntó su varita hacia él modificando ligeramente su aspecto, no
era suficiente, pero confiaba que sirviese
Mientras
ellos discutían Jason le había hecho señas a Ron y ambos se habían deslizado
hacia las ventanas de la vivienda. Jason hizo un rápido inventario visual y contó
diez mortífagos en el salón, mientras que Ron no había visto ninguno en el
comedor. Ambos agitaron sus varitas hacia el grupo que esperaba más allá.
- El
Comedor está despejado -- cuando la figura plateada del pequeño Jack
Russell* y la voz de Ron se extinguieron, se escuchó la voz de Jason -- Diez sujetos en el Salón, pero no hay forma
de saber cuántos más en la parte superior si no entramos -- al
desaparecer el Halcón plateado los miembros de la Orden cerraron filas y
avanzaron
- Arthur tú, los gemelos y Tonks, entren
por la puerta de la cocina -- dijo Moody
-- nosotros entraremos por el frente.
Jason, Bill y Sirius, no se entretengan y suban de inmediato mientras los demás
nos encargamos de los que están abajo.
Sin
embargo, Sirius consideró que entrar todos por la puerta principal sería un
tanto problemático y Jason pareció pensar lo mismo.
- Nosotros entraremos por los
ventanales -- dijo el sanador y sin esperar el
consentimiento de Moody corrieron hacia ellos y en cuanto estuvieron situados,
apuntaron sus varitas.
- ¡EXPULSUM! --
apenas los rayos habían dado en el blanco, ellos saltaron dentro en
medio de una lluvia de polvo y cristales rotos, mientras los demás irrumpían
por los otros puntos
Acababan
de entrar cuando escucharon un grito de dolor, indudablemente emitido por la
madre de Hermione, seguido de una voz fría que preguntaba justamente por ella.
Por primera vez en su vida, Hermione sintió verdaderos deseos de matar a
alguien, avanzó con una mirada decidida y un odio frío brillando en sus ojos.
Tanto
Sirius como Jason, habían entrado atacando de una vez.
- ¡SUPLICIUM! -- el
rayo que salió de la varita de Jason dio precisamente en el que acaba de
preguntar por Hermione
- ¡DEFRINGO! --
Sirius alcanzó al que estaba atacando a la señora Granger -- ¿Se
divierten? -- preguntó con ira
Los
mortífagos se dieron vuelta para atacarlos pero en ese momento escucharon la
voz de Hermione
- ¿Me buscaban?
- ¡Vaya, vaya! --
dijo uno de los individuos
-- He aquí a la sangre sucia
Aquello
desató la ira de todos, pero en especial la de Remus y la de Jason.
- ¡FLAGELLO! --
atacó Remus y el hombre empezó a chillar
- ¡STRINGO!
--
los chillidos del individuo quedaron suprimidos cuando comenzó a
ahogarse y Jason no consideró ni por un momento el soltarlo
Los
demás se enfrascaron en una encarnizada lucha, mientras Hermione intentaba
poner a salvo a sus padres.
Una
vez que el sujeto al que había atacado Jason quedó inmóvil, él corrió entre los
rayos sin detenerse en dirección a las escaleras, y mientras subía tuvo
consciencia de dos cosas, la primera, que Bill estaba en problemas porque había
subido solo, y la segunda, que Lyra corría un gran peligro en medio de las
maldiciones que estaba escuchando. Se volvió bruscamente cuando sintió pasos
que subían tras él, pero era Sirius. Jason se detuvo al llegar a lo alto y
evaluó la situación.
- ¿Qué esperas? --
preguntó Sirius cuando le dio alcance
- Esa es la habitación de Hermione --
dijo Jason -- la niña está allí, de modo que debemos buscar
otro modo de entrar
- Pues a menos que me digas que puedes
volar, mataran a Bill si no nos damos prisa.
Pero
Jason no se molestó en contestarle sino que abrió una puerta a su derecha y
entró, se paró frente a la pared y apuntó su varita. Sirius entendió de
inmediato y apuntó también.
- ¡DEPULSUM! -- la
potencia de ambos hechizos hizo que la pared quedase reducida casi a nada -- ¡ABOLERE! --
apuntó Jason y la nube de polvo desapreció dejándoles amplia visión
Había
seis personas allí y una para horror de ellos sujetaba a la niña. No obstante,
se encargaron de los individuos que atacaban a Bill. Sirius, contrario a sus
costumbres, no dijo ninguna pesadez a sus oponentes, sino que si dio la mayor
de las prisas en ponerlos fuera de combate, porque debía hacer algo de suma
importancia.
- ¡EVANESCERE
NEQUIT! -- susurró haciendo que el hechizo oscilara por
todo el lugar, para luego enfrentarse al mayor de los problemas
Kingsley
y Fleur ignoraron lo que sucedía en el Salón y se dirigieron a la parte
trasera, desde donde le llegaban los sonidos de lucha. Y en efecto, los
gemelos, Arthur y Tonks, se enfrentaban a varios mortífagos que los superaban,
pero con su llegada el asunto se emparejó.
Hermione
había puesto a sus padres en un rincón apartado, y procedió a colocarle un
escudo protector.
- ¡ARAE
SUMMA! -- algo parecido a una burbuja los cubrió --
Estarán bien -- les aseguró
Ella
sabía que eso no era permanente, pero al menos estarían a salvo de las
maldiciones que volaban por el lugar. Al igual que Jason y Sirius, atravesó el
Salón esquivando los rayos y subió a toda velocidad, pero cuando alcanzó la
puerta, sintió que una mano helada le apretaba el corazón.
-
Bienvenida a la fiesta sangre sucia -- quien tenía a su hija en los brazos era…
Bellatrix Lestrange.
Los
cerebros de Sirius, Bill y Jason trabajaban a toda velocidad buscando la manera
de salir de aquella horrorosa situación. A pesar de que ellos eran cuatro,
estaban perfectamente al tanto de las habilidades de aquella mujer, y lo más
importante era ella quien tenía a la niña. Cualquier cosa que hiciesen debía
estar orientada en primera instancia a protegerla, y de ser posible, quitársela
de los brazos.
-
Dame a mi hija --
dijo Hermione con voz helada
-
Con que una bastarda sangre sucia -- y miró a Hermione con odio -- Y
dime ¿quién fue el valiente? -- Lyra comenzó a llorar en aquel momento -- ¡SILENTIUM! -- la
calló Bellatrix -- No hay nada más irritante que el llanto de un
mocoso -- dijo con asco
-
¡Basta Bella! -- dijo Sirius
-- Devuélvele la niña a su madre
-
Vaya, vaya primo ¿Cuántas vidas tienes? --
dijo con cierta sorpresa al
reconocer su voz, y luego agregó con sumo desprecio --
Ciertamente no podías caer más bajo, primero una muggle y ahora una sangre sucia. La querida tía Walburga
tuvo razón en borrarte del tapiz familiar, no mereces llevar el apellido Black
ni la sangre que corre por tus venas
Bill y
Jason cruzaron una rápida mirada y rogaron en silencio para que aquella loca no
mencionase a Anthar, aquel habría sido el peor momento para hacerlo. Bellatrix
reía en aquel momento con esa risa desquiciada que la caracterizaba.
-
Créeme
-- dijo Sirius dando un paso
hacia ella -- ser borrado de ese estúpido tapiz, es más un
premio que un castigo, y si hubiese podido cambiar mi apellido también lo
habría hecho.
La
mirada de Bellatrix se tornó furiosa y Jason tuvo una idea, el problema
consistía en hacérselo saber a los demás.
-
¡Eh, eh!
-- exclamó Bellatrix apuntándolo
con su varita -- No des un paso más si no quieres recoger a tu pequeña bastarda en
trocitos.
-
¡No!
-- gritó Hermione, y sin poder
evitarlo comenzó a llorar
Jason
aprovechó aquel momento para establecer contacto visual con Bill, que era el
que estaba al lado de Hermione.
-
Atrapa
a Lyra -- esperaba que él hubiese sido capaz de
interpretar correctamente el movimiento de sus labios
En
aquel momento fue visible para ellos el parentesco de Sirius y Bellatrix,
porque ambos tenían un idéntico brillo de locura en sus ojos. Sirius iba a dar otro paso pero Jason lo detuvo.
-
Haz lo que mejor sabes hacer -- le
dijo y aprovechando que Bellatrix volvía a reír al ver la desesperación de
todos, susurró -- Distráela
Hermione
seguía llorando y Bill se había colocado un paso delante de ella.
-
Weasley
-- dijo Bellatrix con
desprecio -- Otro asqueroso traidor. Da un paso más y
serás historia -- y luego miró a Jason -- ¿Y
tú? A ti no te conozco guapo ¿Quién eres?
-- preguntó como si estuviesen en
una reunión social
-
El que va a romperte el alma si le tocas
un solo cabello a esa niña -- le dijo en tono monocorde y ella rió de nuevo
pero sin dejar de mirarlo
-
Con ese nivel de arrogancia… ese cabello
y tanta estupidez, casi podría jurar que eres otro bastardo de mi querido primo
Pero
aquellas tácticas no daban resultado con Jason, estaba concentrado en su
objetivo y nada lo iba a desviar de él.
-
No te cansas de deshonrar el apellido
Black ¿verdad? -- dijo Bellatrix mirando Sirius
-
Te equivocas, los que se han encargado de
hacerlo son tú y los que piensan del mismo modo retorcido de tu querido
Voldemort -- Bella abrió mucho los ojos
-
¿Cómo te atreves, tú…?
-
¿Qué? ¿Acaso el desgraciado ese no te
permite llamarlo por su nombre? -- y rió con descaro -- No,
me imagino que no, porque déjame decirte que me acusas de arrogante pero él lo
es mucho más, aparte de ser el mayor imbécil que he conocido en mi vida --
Bellatrix había palidecido y parecía a punto de sufrir un ataque, pero
eso no detuvo a Sirius -- Me dará mucho gusto verlo hecho pedazos y
espero ser yo quien lo haga por supuesto, y que tú estés allí para verlo.
Bellatrix
levantó su varita con la locura brillando en sus ojos pero varias cosas
sucedieron al mismo tiempo. Un ruido ensordecedor les llegó desde abajo,
Hermione gritó al ver que Bellatrix y Sirius se apuntaban y su hija estaba en
medio, y escucharon la voz de Remus que gritaba el nombre de la chica desde las
escaleras.
Jason
aprovechó ese momento y…
-
¡IGNARO! -- el
rayo dio con una precisión milimétrica en el centro de la frente de Bellatrix
mientras que…
-
¡AVERTERE! --
lanzó Bill al mismo tiempo que Jason, y Lyra salió despedida de los
brazos de Bellatrix -- ¡ALLECTARE!
-- dijo enseguida, y la bebe voló a sus
brazos
Justo
en aquel momento Remus y Ron llegaron a la puerta ignorantes de lo sucedido y
habiendo alcanzado a ver solo los destellos de luz, fueron presas del mayor de
los espantos al ver a Lyra volar por el aire y a Hermione para quien aquello
había sido demasiado, cayendo desvanecida.
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·
Jack
Russell (Terrier): El patronus
de Ron es un pequeño perro de esta raza
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