Al filo de la navaja

Al filo de la navaja
Nuestro pasado no determina nuestro futuro, son nuestras decisiones y nuestras acciones las que lo hacen. Así como tampoco somos responsables por lo que nuestros antepasados hayan hecho o pretendido hacer de nosotros, pero sí lo somos de lo que decidamos hacer con ello. El pasado es un hecho, el presente lo construimos segundo a segundo, y el futuro es un lugar incierto que siempre nos mantendrá… Al Filo de la Navaja

lunes, 21 de julio de 2014

Cap. 47 La Situación Empeora…



Remus se había aparecido en aquel solitario lugar, se sentó en el piso y escondió la cara entre las manos. Tenía un enorme dolor en el corazón. Hacía un momento, realmente había considerado dejar a su hija al cuidado de Jason, para embarcarse en  lo que fuese tenía planeado Harry, se había pelado a gritos a con él, y ahora probablemente su esposa estaba sumamente decepcionada de él. Las cosas realmente no podían estar peor.

Le había tomado tres días el poder ponerse en contacto con ellos. Cuando abandonó Inverness, no tenía idea de dónde buscarlos, pensó en enviarles un patronus, pero estaba seguro que no le contestarían para evitar ponerlo en riesgo. De modo que inició su búsqueda en los únicos lugares que con toda probabilidad ellos considerarían seguros.

Primero se trasladó a Hogwarts, registró el Castillo de arriba abajo, y no le cabía duda que él lo conocía mucho mejor que ellos, pero no estaban allí. De modo que se dirigió a su segunda opción, La Casa de los Gritos, lo cual resultó igual de frustrante. Así que decidió echar un vistazo en Hogsmeade, el problema fue que se topó con un pequeño destacamento del CCP, y para su sorpresa se vio imposibilitado de desaparecerse, lo que significaba que habían colocado un hechizo anti desaparición sobre el pueblo. De manera que se vio obligado a enfrentarse a aquellos individuos, y solo después de deshacerse de ellos, corrió fuera de los límites y desapareció a toda prisa.

Se apareció en un lugar cualquiera del mundo muggle, y después de serenarse y pensarlo con calma, llegó a la conclusión de que solo quedaba un lugar dónde podían haber ido. Grimauld Place.

Sin embargo, y por precaución no se apareció directamente sobre la plaza, sino que lo hizo un poco más allá, lo que resultó acertado, porque había dos individuos, que sin lugar a dudas vigilaban los alrededores. Siendo los testamentos de los magos, documentos públicos, los mortífagos estaban perfectamente al tanto de que Sirius le había heredado aquella casa a Harry, y aunque no podían verla, igual habían decidido montar guardia allí.

Le tomó algún tiempo idear el cómo ingresar a la casa sin ser visto, pero finalmente se arriesgó y se apareció exactamente en el escalón superior de la entrada, consiguiendo con esto, no ser visto por los guardias.

En cuanto entró, se activó el hechizo de seguridad que había puesto Ojo Loco, y unos segundos después de haber salido de la nube de polvo, escuchó con alegría la voz de Harry, aunque lo que dijo no era precisamente una bienvenida. El retrato de la madre de Sirius comenzó a proferir insultos en cuanto Harry le había gritado que no se moviera. Pero él no estaba prestándole atención al escándalo de la “adorable” señora, porque su corazón había dado un vuelco, cuando vio a Hermione acercarse corriendo junto con Ron. Gracias al cielo estaban bien.

-         Soy yo, Remus  --  dijo con voz pausada

Hermione soltó el aire, apuntó a las cortinas para acallar al retrato e hizo ademán de correr hacia él, pero Harry la detuvo mientras seguía apuntándolo.

-         ¡Muéstrate!

El dio un paso hacia donde podía darle la luz de la lámpara y mientras echaba atrás la capucha de su capa de viaje, se identificó. Después de eso, Hermione corrió a sus brazos. A pesar de la enorme alegría que le producía verlo, no dejó de notar con preocupación, que parecía exhausto.

Bajaron a la cocina y una vez allí, pasó a relatarles todo lo acontecido  desde  su precipitada partida, hasta el momento actual. Los chicos pasaron por todos los estados de ánimo durante el relato, miedo, ira, indignación y al final del mismo estaban emocionalmente agotados. Cuando él les había hablado del  momento en que creyeron que Turel había matado a Jason, Hermione recordó que esa noche, aún después que el señor Weasley les había enviado el patronus diciéndoles que todos estaban bien, ella siguió teniendo aquella sensación de inquietud.

Después ellos le relataron su experiencia una vez que habían abandonado La Madriguera, y su encuentro con los mortífagos, con lo que Remus se preocupó mucho, porque seguir a alguien que se desaparecía era prácticamente imposible, a menos que lograras sujetarlo.

Luego de todo ello, pasaron a las noticias. Les mostró un periódico donde venía la fotografía de Harry en primera en plana, y que era solicitado para ser interrogado por la muerte de Dumbledore. Pero lo que le resultó más duro, fue informarles acerca de su propia situación, la de Hermione por su estatus de sangre, y le causó mucho dolor explicarles el peligro que corría Lyra si la encontraban por ser hija de ellos. Asimismo, los puso al tanto de las medidas que se habían tomado para proteger a la niña, ante lo que Ron y Hermione se mostraron sumamente asombrados, aunque Harry no entendía por qué.

-         El encantamiento Vigilis et Vita se activa cuando el beneficiario del mismo está en peligro, pero si su guardián no dice dónde está nadie puedo verlo, pero aparte de eso ata a ambos de por vida, en este caso y si la niña muere…  --  Ron, que era quien le estaba explicando a Harry, se detuvo algo tarde cuando dijo aquello, pero ya ni modo, así que continuó  --  bueno, si es así, Jason morirá también.

-         ¡Vaya!  --  exclamó  Harry--  ¿Y no puede deshacerse?

-         No, es “de por vida”  --  dijo Hermione  --  Pero para que se active, Jason debe estar por lo menos a una distancia no mayor de un kilómetro, y como dijo Ron se activa si la niña está en peligro, pero también puede activarlo por cualquier otro motivo si lo considera conveniente, así como desactivarlo por el mismo motivo

-         ¿Y cómo haría eso?

-         Simplemente invocándolo, es decir, solo tiene que decir Vigilis et Vita

Harry pensó que aunque ya llevaba casi siete años en el mundo mágico, aún había cosas que ignoraba y lo sorprendían Pero con todo, la parte más dura vino a continuación.

-         Bueno  --  dijo Harry  --  creo que lo mejor será que regreses con Remus, Hermione  --  y ella asintió

Sin embargo, al ver la cara de Lupin, Harry supo que algo no iba bien.

-         ¿Qué sucede?

Pero los ojos de Remus se habían empañado por las lágrimas y era evidente que tenía verdaderas dificultades para hablar.

-         ¿Remus?  --  preguntó ella con miedo

-         No… no puedes volver junto a Lyra  --  dijo finalmente  --  al menos no por ahora

-         ¿Por qué?  --  y ahora había desesperación en su voz

Con gran esfuerzo les explicó la razón, y Hermione se deshizo en llanto. Pero en esta ocasión, no solo Harry estaba confundido, sino también Ron.

-         No entiendo  --  dijo Harry  --  ¿Por qué el hecho de que Hermione esté con su hija los guiaría a ella?

-         ¿Acaso dejaría de funcionar el encantamiento?  --  preguntó Ron a su vez

-         A la niña por sí sola no pueden encontrarla con facilidad, porque “El rastro” no se activa en los menores de edad hasta que no alcanzan los siete años  --  explicó él con paciencia al notar que no habían comprendido  --  Pero estando con Hermione las cosas cambian, porque el vínculo entre una madre y su hijo es tan fuerte que es fácilmente detectable. Y no, el encantamiento no se desactiva y no la verían aunque estuviese en la misma habitación y gritando, pero sabemos que si sospecharan, nada los detendría y serían capaces de matar a todos y cada uno de los presentes, con lo que el encantamiento sí dejaría de funcionar dejando expuesta a la niña.

-         ¿Y qué sucede contigo?  --  preguntó Harry mortificado

-         No funciona igual en el caso de los padres  --  dijo con sencillez

Un rato más tarde y después que habían logrado que Hermione se calmase un poco, Remus dijo lo peor que se le pudo haber ocurrido, al ofrecerles su compañía para lo que fuese que tuviesen planeado. Eso desató un terrible altercado entre Harry y él, que terminó muy mal.

-         ¡No lo entiendes Harry!  --  exclamó exasperado  --  Lyra estará más a salvo si ninguno de los dos está cerca. Y Jason… sé que él la cuidará bien. Y por otra parte, estoy seguro de que James habría querido que te acompañará.

-         Pues yo no, y aunque creí que conocías bien a mi padre, veo que no es así  --  dijo Harry cada vez más alterado  --  ¿Realmente crees que él te pediría que abandonaras a tu propia hija y te fueras de aventura conmigo? En cuanto a que Jason cuidará bien de Lyra, no me cabe la menor duda, porque es evidente que la quiere mucho más que tú.

-         ¿Cómo te atreves?  --  dijo Remus  --  Esto no es…

-         No puedo creer esto  --  siguió Harry de forma muy imprudente al ignorar el peligroso brillo que había aparecido en los ojos de Lupin  --  El hombre que me enseñó a luchar contra los Dementores… ¡un cobarde!

Aquello fue demasiado y todo sucedió tan rápido que nadie tuvo tiempo de nada. Lupin extrajo su varita a una velocidad tal, que Harry difícilmente tuvo tiempo de tomar la suya y a continuación se sintió expulsado hacia atrás, golpeándose contra la pared y deslizándose hasta el piso.

Remus  abandonó la casa a toda prisa, sin hacer caso a las desesperadas súplicas de Hermione para que no se marchase. Y ahora estaba allí, sintiéndose el hombre más miserable sobre la faz de la tierra.

Y mientras él estaba en esa situación, en el número doce de Grimauld Place, Hermione había llorado hasta casi deshidratarse, y aunque Harry se sentía fatal, le dijo que si aquello servía para que Remus volviese al lado Lyra, entonces habría valido la pena, porque ya que la niña no podría estar cerca de su madre, que al menos tuviese a su padre. Y él, que no los había tenido a ninguno de los dos, lo sabía mejor que nadie.

La mañana del tercer día después de que Remus había desaparecido, Jason estaba en su cama jugando con Lyra cuando entró Annie.

-         Permiso milord, pero es hora de alimentar a la pequeña.

-         Descuida Annie, yo lo haré gracias.

La mujer le entregó el biberón a Jason y caminó hacia la puerta de nuevo, pero antes de salir se volvió y se quedó observándolos. Annie había pensado muchas cosas en relación a la pequeña Lyra, pero ninguna de ellas le daba una respuesta que encontrase acertada y que se correspondiese con el evidente interés de él por la niña. Podía entender que le tuviese afecto porque era la hija de su amigo, pero es que aquello era mucho más que simple afecto, era obvio que se desvivía por esa niña. Todo, desde el modo cómo la miraba, hasta la infinita ternura que imprimía a su voz y la suavidad de sus gestos, hablaba a gritos del inmenso amor que sentía por ella. Y aquel instinto paternal, aparte de no ser precisamente común en un hombre tan joven, unido al hecho de que su amo no se caracterizaba por la dulzura de su carácter, tenía a la mujer desconcertada. Sin embargo, se obligó a dejar de mirar y a marcharse, ya Miles le había advertido que dejara de pensar en ello, que no era su problema y no tenía por qué meterse en los asuntos del Duque, pero ella no podía dejar de pensar.

Ese día Bill les envió un patronus anunciándoles que iría en la noche. Desde que habían abandonado La Madriguera, no habían tenido ocasión de ver a nadie, se habían limitado a enviar noticias para tranquilizarlos, diciéndoles que todos estaban bien.

No obstante, tanto Sirius como Jason, comenzaban a resentir el encierro y la inactividad.

-         Estoy aburrido niño  --  dijo Sirius durante el almuerzo de aquel día

-         ¿Y por algún motivo, eso debería ser asunto mío?  --  preguntó Jason con su habitual “simpatía”

-         Eso depende

Jason dejó los cubiertos y aunque no lo miró, sus sentidos entraron en alerta. Aquella frase por sí sola, no habría despertado el interés de nadie, pero conociendo a Sirius, el chico se preparó para lo que venía.

-         Sea lo que sea en lo que estás pensando, la respuesta es no  --  le dijo

-         ¡Oh vamos, niño! Ni siquiera me has escuchado  --  protestó él

-         Y la verdad no creo que me interese hacerlo.

-         Bien, después no andes por ahí quejándote de que desaparecemos desconsideradamente y sin avisar  --  ahora Jason sí levantó la cabeza y lo miró, provocando al risa del otro  --  Veo que ahora sí tengo tu atención.

-         ¿Y bien?

-         Creo que voy a ir a buscar a Lunático  --  dijo para asombro de Jason  --  Es que tiene la tendencia a meterse en problemas ¿sabes?

En este punto Jason rió. Sirius Black definitivamente era el mayor desvergonzado de la historia, pensó, porque si había alguien que atraía los problemas como abejas a la miel, no era precisamente Lupin, sino aquel imbécil.

Annie entró en aquel momento con el postre y  se sintió feliz al ver a Jason sonriente, era tan poco frecuente verlo reír que miró con expresión de agradecimiento a Sirius, suponiéndolo el responsable de ello.

-         Annie eres maravillosa  --  dijo Sirius  --  la comida como siempre ha estado exquisita. Te juro que si Miles no me cayese tan bien, te pediría que te casaras conmigo  --  le dijo guiñándole un ojo, con lo que la mujer enrojeció hasta las orejas, mientras Jason meneaba la cabeza de un lado a otro  --  Aunque pensándolo bien, quizá un día me los lleve a los dos y así los libro de este odioso individuo  --  dijo señalando a Jason

Annie terminó de retirar el servicio de la mesa, y luego de dejar el postre frente a ellos, se marchó de nuevo a la cocina.

-         Esa mujer es un sol y tú no la precias lo suficiente  --  sentenció

-         No es asunto tuyo a quien aprecio y a quien no

Aunque no volvieron a tocar el tema de ir en busca de Remus, Jason se mantuvo atento, porque no dudaba que aquel infeliz realmente se largara sin avisar. Bill llegó un poco antes de la cena y enseguida bajaron a recibirlo.

-         ¿Y bien, cómo está todo?  --  preguntó Jason

-         Cada vez peor, si es que eso es posible  --  contestó él, pero después de decir esto miró a los lados  --  ¿Dónde está Remus?

-         Lo mismo nos preguntamos nosotros  --  dijo Jason

-         ¿Cómo?

-         Se marchó al día siguiente de haber llegado  --  le informó Sirius  --  Dijo que iba a buscar a Hermione

-         ¡Diablos!  --  exclamó Bill  --  Es una locura, Turel está decidido a atraparlo a como dé lugar.

-         ¿Lo ves?  --  dijo Sirius mirando a Jason  --  Te lo dije, debo ir a…

-         ¡No!  --  lo interrumpió Bill  --  Las cosas no están mucho mejor para ti, los hombres del CCP, tienen órdenes de capturarte vivo o muerto

-         Esa no es ninguna  novedad, y si hasta ahora no han podido, dudo mucho que…

-         No seas necio Sirius  --  dijo Bill con fastidio  --  no empeores las cosas. Ni tú, ni Remus deberían dejarse ver. Por el momento al único que no están buscando es a Jason  --  y miró a su primo  --  y mamá y papá te ruegan por lo que más quieras que no hagas ninguna tontería que delate que sigues vivo.

Les contó cómo habían estado las cosas el día de su partida, y ambos sintieron una inmensa satisfacción al imaginar la cara de Turel. Luego pasó a relatarles cómo iban los asuntos en el Ministerio.

-         Como nos dijo Kingsley, el departamento de Aurores ahora está a cargo de Turel, y a los Aurores de larga trayectoria, prácticamente los tienen atados a sus escritorios  --  les dijo  --  No tenemos ninguna duda de que los sujetos que conforman el CCP son mortífagos, pero también hay un universo de individuos entre sus filas, que aunque no se ven con frecuencia por el Ministerio, según papá, tienen aspecto de criminales. Yo personalmente no he tenido oportunidad de verlos, el acceso al Ministerio está cada vez más restringido, y a menos que trabajes allí, entrar es casi imposible.

-         Bueno, no es un sitio al que tenga especial deseo de ir  --  dijo Jason  --  Además tengo pésimos recuerdos de mi última visita  --  agregó

-         Te entiendo, créeme que yo tampoco me siento inclinado a ello  --  dijo Bill al recordar esa caótica visita y luego cambiando el tema  --  Tengo otra noticia que no les gustará, aún no está confirmado pero papá escuchó a un par de sujetos diciendo que Snape sería designado nuevo director de Hogwarts.

-         ¿¿Qué??  --  la asombrada e indignada pregunta provino de ambos hombres

-         Como dije, aún no está confirmado pero suponemos que lo harán.

-         Bueno, si lo hacen, ya sabemos dónde podemos encontrarlo y hacerlo pedazos  --  dijo Jason con ira

Aunque Bill sentía tanto resentimiento como ellos hacia Snape, no pudo evitar tener dos sentimientos de distinta naturaleza al ver la mirada cómplice y decidida que intercambiaron aquellos dos. Por una parte sintió preocupación por lo que pudiesen decidir hacer aquel par de locos, y por la otra sintió algo muy parecido a la conmiseración por Snape, si tenía la pésima fortuna de caer en manos de esos dos sujetos. Sin embargo, trato de sacar eso de su cabeza y continuó con las noticias.

-         Por otra parte, los nacidos muggles están comenzando a desaparecer  --  les informó

-         ¿Qué quieres decir con “desaparecer”?  --  preguntó Sirius

-         Una vez que se presentan ante la Comisión, no se vuelve a saber de ellos.

-         No estoy muy seguro de entender ¿Los envían a Azkaban o qué?  --  ahora fue Jason quien preguntó

-         Esa es la cuestión Jason, nadie parece saberlo. Normalmente cuando alguien es enviado a Azkaban, los familiares son notificados, pero en este caso, nadie da ninguna información de nada.

-         ¡Demonios!  --  exclamó Sirius

-         Pero… eso no puede ser  --  dijo Jason

-         Pero es, Jason. Eso es lo que está sucediendo en este momento.

-         ¡Tenemos que hacer algo!  --  dijo Sirius

-         No podemos quedarnos de brazos cruzados  --  lo apoyó Jason

En ese momento Miles anunció que la cena estaba servida, pero en realidad Jason había perdido el apetito. No podía dejar de pensar en Hermione y en la terrible posibilidad de que fuese atrapada.

Durante la cena, Bill también les informó que ahora la asistencia a Hogwarts sería obligatoria. Por supuesto, en esto ellos veían un terrorífico doble propósito. Por un lado, Voldemort tendría bajo su control a todos los magos y brujas desde temprana edad, para ser adoctrinados en sus retorcidas ideas. Y por el otro, sabrían cuando un niño muggle fuese admitido en Hogwarts, y de ese modo podrían suprimirlo de inmediato. Era un panorama aterrador.

En esta ocasión, Sirius olvidó sus habituales cumplidos a Annie por lo maravilloso de su cocina. La verdad, ninguno de ellos había puesto mucha atención a lo que comían, y Jason apenas si había probado nada.

Mucho más tarde, mientras estaban en el salón tomando café, llegó Remus. Bill y Sirius se sintieron muy contentos de verlo, pero Jason fue el primero en notar la expresión sombría del hombre y sin ningún miramiento se introdujo en sus pensamientos. Sin embargo, guardó prudente silencio.

-         ¿Y bien?  --  estaba diciendo Sirius  --  ¿Los encontraste?

-         Sí, me llevó algo de tiempo, pero los hallé

-         ¿Están bien?  --  preguntó Bill, que ya había notado también el abatimiento de Remus

-         Sí, por el momento están a salvo  --  y sin transición  --  Si no les importa, estoy agotado y quisiera ver a mi hija  --  dicho esto se dirigió a las escaleras

Los tres lo vieron alejarse, pero Sirius no era de la clase al que pueden dejar sin respuestas, de modo que fue tras él. Bill se colocó su Capa, porque ya era hora de marcharse, pero antes de hacerlo miró a su primo.

-         Jason, ella de momento está a salvo  --  le dijo  --  por favor no cometas ninguna tontería. En cuanto Turel se entere que aun vives, sabes que será una cacería

-         Te aseguro que ese infeliz no va a quitarme el sueño  --  dijo el chico  --  En cuanto a lo otro, eso va a depender de lo qué consideres una tontería.

Bill iba a decir algo pero pareció pensarlo mejor y se dio vuelta para marcharse. Estaba seguro de que dijera lo que dijese, Jason haría lo que se le diera la gana si consideraba que eso era lo que debía hacer.


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