La
muerte de Ojo Loco cayó como un pesado manto de tristeza sobre todos los
miembros de la Orden, pero no podían sentarse a lamentarse, de modo que Remus,
Bill y Jason salieron para intentar recuperar su cadáver, dejando La Madriguera
custodiada por Arthur y Sirius. Sin embargo, después de muchas horas, no
obtuvieron ningún resultado.
-
No puedo creer que hayan actuado tan
rápido -- dijo Remus cuando estuvieron de vuelta
-
Y hace horas que envié el mensaje a
Kingsley -- acotó Bill
-- y si no ha contestado, es
porque los del Ministerio tampoco saben nada.
-
O están siendo cuidadosos --
opinó Arthur
-
No sean ilusos -- en
esta ocasión fue Jason quien se hizo oír
-- sabemos que Voldemort tiene
suficientes mortífagos infiltrados en el Ministerio, de manera que me apuesto
mi varita a que cualquiera de ellos se está “encargando” del asunto y es
gracias a ello que actuaron con tanta celeridad. Ellos sabían con toda
exactitud dónde y a quién buscaban, y ciertamente no dirán nada.
Era
una verdad innegable y aunque expuesta con la mayor crudeza, tenían que
aceptarla.
Un par
de días después y en medio de los preparativos para la boda de Bill y Fleur,
una noche Remus se peleaba con Sirius que hacía volar a la pequeña Lyra por
todo el salón.
-
¡Sirius basta! --
dijo en tono perentorio y mirando hacia la entrada del salón -- Si
Hermione te ve…
-
¿Escuchaste pequeña lobita? --
dijo en medio de risas -- Tu papá le tiene miedo a tu mami.
Remus
puso los ojos en blanco y se preguntó por milésima vez, dónde diablos se había
dejado aquel individuo el poco sentido común que tenía. Y por supuesto, los
peores temores de Remus se materializaron unos segundos después, en cuanto
Hermione apareció en compañía de Harry y Ron.
-
¡Remus John Lupin! --
chilló la chica al ver a la niña volando por los aires -- ¿Es
así como cuidas a tu hija?
Lupin
gimió internamente mientras los chicos se partían de risa. Harry, como buen
buscador “atrapó” a Lyra y se la devolvió a Hermione.
-
Aguafiestas -- se
quejó Sirius, mientras Ron celebraba la “atrapada”
-
¡No es una Quaffle! -- le
gritó Hermione, haciendo que el chico retrocediera
-
Claro que no --
dijo Ron -- se parece más a una snitch, porque si no
Harry no habría podido cogerla.
Aquello
enfureció a Hermione pero provocó las risas de los demás, lo que le valió a Ron
que un libro salido de quién sabe dónde, le diera de lleno en la cabeza.
-
Vamos señorita Granger --
dijo Sirius -- Hacía eso constantemente con Harry y ya vez,
ahí lo tienes entero de pies a cabeza.
La
chica iba a protestar pero en ese momento se escuchó un violento portazo y
todos corrieron a la cocina. Jason era quien acababa de llegar y a todas luces
furioso. Bill y Arthur que revisaban unos pergaminos, los hicieron a un lado y
miraron sorprendidos al chico.
-
¿Qué sucede cielo? --
preguntó con cautela la señora Weasley
-
¡Scrimgeour! --
escupió Jason con ira -- O es lo bastante estúpido para haberse
convertido en mortífago, o está bajo la maldición Imperius
Sin bien
era cierto que ninguno de los presentes le tenía especial simpatía a aquel
sujeto, les extrañó aquello.
-
Veamos Jason --
intervino Arthur -- intenta calmarte y explícanos qué sucedió.
-
Fue a buscarme al Hospital --
comenzó él
-
¿Scrimgeour? ¿A
Ti? ¿Al Hospital ? ¿Para qué? --
preguntaron varias voces al mismo tiempo
-
Déjenlo hablar --
dijo Molly
-
Pero la mejor parte es con “quién”
fue --
pero esta vez nadie interrumpió
-- Con Turel --
dijo con supremo asco
Sirius
se puso de pie de inmediato al igual que Remus.
-
¿Turel has dicho? --
quiso asegurarse Lupin
-
¡Ese mal nacido! --
ladró Sirius
Jason
los miró con extrañeza, porque si bien estaba seguro de que su familia
entendería su enfado, no entendía por qué Lupin y Sirius reaccionaban de
aquella manera. Sin embargo, su mente rápida y bien entrenada, enseguida le dio
la respuesta.
-
Aunque creo que no hablamos del mismo
individuo, estoy seguro que son la misma clase de escoria.
-
¿Y quién es o quiénes son esos? --
aventuró Harry
-
El Turel que nosotros conocimos --
dijo Remus -- Damon Turel, era un
reconocido mortífago y en un par de ocasiones tuvimos un encuentro nada
agradable con él
-
¿Nada agradable? --
preguntó Sirius a voz en cuello
-- Ese hijo de perra casi me mata
-
De acuerdo, ya comprendí --
dijo Harry
-
Pues te alegrará saber que el muerto es
él --
dijo Bill
-
Me alegraría mucho más si lo hubiese
matado yo -- dijo Sirius y miró a Jason --
Pero si Damon está muerto, entonces este…
-
Sí, es su hijo Evan Turel --
informó Jason -- y fuimos compañeros de escuela.
-
Los mejores amigos supongo --
ironizó Sirius
-
Le hizo la vida miserable a Jason durante
el primer año -- intervino de nuevo Arthur
-
Pero a partir de segundo, Jason comenzó a
devolverle los “favores” -- sonrió Bill
-- y después de eso, nunca pudo
superarlo en el Club de Duelo.
Harry
se imaginó al tal Turel como una versión mayor de Malfoy y no tuvo ninguna
dificultad en hacerse una idea de cómo lo había pasado Jason en ese entonces.
Pero la voz de Hermione lo sacó de sus pensamientos.
-
Todo eso está muy bien --
dijo la chica -- ¿Pero para qué fue a buscarte el Ministro, y en compañía de ese hombre?
A
partir de ahí, Jason retomó el asunto.
********FLASH BACK**************
Jason
estaba terminando de atender a un paciente, cuando Silver entró a toda prisa en
el consultorio ganándose una mirada fría de su parte.
-
Supongo que tienes una muy buena razón
para entrar de ese modo -- le dijo
-
Sí, lo siento --
contestó Silver intentando recuperar el aliento -- es
el Ministro
Él lo
miró elevando una ceja, pero no mostró mayor asombro.
-
Debes bajar enseguida
-
¿Está herido? --
preguntó sin dejar de hacer lo que hacía
-
No pero…
-
Entonces no veo necesidad para
correr -- dijo con tranquilidad -- en
cuanto termine aquí bajaré
-
Pero…
-
¡He dicho que cuando termine! --
repitió esta vez endureciendo el tono
Silver
asintió y salió, pero Jason no solo
terminó con el paciente que estaba atendiendo, sino que atendió al que esperaba
afuera. Una vez que finalizó y se disponía a salir, la puerta fue abierta de
nuevo dando paso al Ministro en compañía de aquella sabandija de Turel. No
obstante, Jason era un maestro en el arte del autocontrol.
-
Buenas noches caballeros --
saludó con la mayor cortesía
-- ¿En qué puedo ayudarlos?
-
Tenía entendido que le habían avisado que
yo lo estaba esperando señor Prewet
-- dijo Scrimgeour
-
Así es
-- le contestó él con
tranquilidad -- pero como verá estaba ocupado, y con personas
que esperaban hace más tiempo que usted, aparte de estar necesitando mis
servicios que según veo no es su caso.
Jason
casi suelta la carcajada al ver la cara del Ministro, no le hizo falta su
habilidad para saber exactamente lo que estaba pensando. Sin embargo,
Scrimgeour era un político, por lo tanto era igualmente hábil en ocultar sus
sentimientos. De modo que se tragó su rabia y abordó el asunto que lo había
llevado allí.
-
Necesitamos de sus servicios Prewet -- y
se sintió incómodo cuando Jason lo miró elevando una ceja mientras tomaban
asiento
-
¿Está usted enfermo?
-
No.
-
¿Alguien más lo está?
-
No pero…
-
Entonces no veo en qué forma pueda
necesitar de mis servicios -- concluyó
-
No son tus habilidades como sanador las
que estamos requiriendo Jason -- habló Evan Turel --
sino tus “otras” habilidades
Jason
se tensó de inmediato. Hasta el momento Evan había permanecido en silencio y él
se había esforzado en ignorar su presencia, pero que aquel sujeto estuviese
involucrado de cualquier manera en lo que fuere para lo que lo querían a él,
descartaba de antemano su participación. No obstante, intentó concentrarse en
lo que decía.
-
Hace mucho tiempo que no nos vemos, pero
estoy seguro que no las has perdido
-
Vayamos al punto --
dijo Scrimgeour -- el Ministerio creará una división especial
que se dedicará a darle caza a los prófugos de la justicia. Dicha…
-
¿No es ese el trabajo de los
Aurores? -- lo interrumpió Jason
-
Los Aurores están muy ocupados persiguiendo
mortífagos -- dijo Turel y Jason pensó que había que ser
muy descarado para decir aquello, cuando él estaba seguro que aquel infeliz era
uno
-
Pues hasta dónde sé, esos son los únicos
criminales a los que hay que perseguir
-- insistió Jason
-
Señor Prewet, le aseguro que la creación
de esa división es una necesidad -- aseguró Scrimgeour tratando de zanjar el
asunto
-
Aceptando eso como cierto -- dijo
Jason poniendo especial énfasis en el tono de duda --
¿Qué tengo yo que ver en todo ello?
-
Tengo entendido gracias al señor Turel,
que es usted un hábil duelista, a pesar de no tener motivos para dudar de su
palabra, me tomé la molestia de investigar y confirmar dicha información en los
registros escolares. Ahora bien, lo que queremos es que usted trabaje en esa
división bajo las órdenes del señor Turel
Jason
se puso de pie de forma tan violenta, que derribó su silla. Le tomó unos
cuantos segundos dominar la enorme ira que estaba sintiendo en ese momento,
pero una vez que lo consiguió, caminó rodeando su escritorio hasta situarse en
punto cercano a la puerta.
-
Como puede darse cuenta señor Ministro,
yo ya tengo un trabajo, y uno que me mantiene bastante ocupado --
dijo mirando en forma ostensible su reloj -- Así
que no me interesa ningún otro empleo
-
¿Se da cuenta de lo que está
rechazando? -- preguntó Scrimgeour --
Aparte de que sería mucho mejor remunerado que aquí.
Si no
hubiese estado tan furioso Jason casi habría podido reír, porque si había algo que
él no necesitaba era dinero y le parecía indignante que Scrimgeour
menospreciara el trabajo que se realizaba en el Hospital.
-
Sí, estoy perfectamente claro al
respecto -- le contestó tratando de controlarse
-
De modo que rechaza prestarle un servicio
a la comunidad mágica ¿no?
-
Señor Ministro, yo ya le presto un
servicio a la comunidad, que no coincidamos en nuestras prioridades, es otro
asunto -- dijo de forma un poco menos amable -- Y ahora, si eso era todo lo que tenía que
decirme, le agradecería no hacerme perder más el tiempo
Scrimgeour
y Turel se pusieron de pie y el primero tuvo mucho menos éxito que Jason para
disimular su ira.
-
Negarse a colaborar con las autoridades
puede resultar…
-
¿Me está amenazando? --
preguntó Jason en tono helado y acercándose a Scrimgeour, pero a
continuación agregó -- No te muevas ni un milímetro Evan, normalmente
mi trabajo es salvar vidas pero podría hacer una excepción en tu caso, de modo
que podrías comprobar por ti mismo que como sugeriste, mis habilidades están
intactas.
La
mano de Turel que se dirigía hacia su bolsillo se quedó congelada a medio
camino. Jason dejó de mirar a Scrimgeour y se giró hacia Turel que había dejado
de simular simpatía.
-
Sal de mi consultorio ahora mismo, o
podría decidir terminar lo que comencé en sexto
-- y una sonrisa maligna se
dibujó en sus labios al ver que el hombre cerraba la mano izquierda
Pero
finalmente abandonaron el consultorio con un sonoro portazo.
********** FIN DEL FLASBACK*********
Hermione,
Molly y Ginny se habían llevado la mano a la boca y habían ahogado las
exclamaciones en varias oportunidades,
mientras Jason relataba lo sucedido. En tanto que los demás habían
pasado por distintos niveles de asombro, indignación e ira.
-
Pero
-- dijo finalmente Bill --
¿Qué es lo que pretenden?
-
Yo sé lo que pretenden --
escucharon la voz entristecida de Remus
-- Esa “división especial” a los únicos criminales que va a perseguir es a
la gente como yo, que por algún motivo incomode a la comunidad.
-
No digas eso Remus --
dijo Molly apenada
-
Vamos Molly, de nada sirve intentar negar
lo que está sucediendo, ya escuchaste lo que dijo Kingsley. Todos los hombres
lobo son sospechosos a priori y deben ser encerrados o exiliados.
-
¿Qué?
-- preguntó Harry con
asombro -- ¿De qué hablas?
-
Es un decreto que fue promulgado el mismo
día que íbamos por ti -- le informó Bill
-
Creo que es mucho más que eso -- intervino
Jason de nuevo -- Tío,
sería estúpido pedirte que dejaras tu empleo, quizá ahora más que nunca
los necesitamos a ti, a Tonks y a Kingsley allí, pero te ruego que tengas el
mayor cuidado. Somos conocidos por nuestra adhesión a Dumbledore y por
extensión a Harry. De modo que de ahora en adelante seremos perseguidos y
buscaran cualquier excusa para sacarnos de en medio, y Scrimgeour no podrá
hacer nada suponiendo que quisiera hacer algo y ciertamente por mí no lo hará,
al menos no después de lo sucedido hoy.
-
¿Perderás tu empleo? --
preguntó Hermione preocupada
-
Eso es lo de menos ahora --
continuó Jason, aunque eso no dejó de preocupar a Harry y a Hermione que
eran los únicos que no estaban al tanto de los orígenes maternos de Jason --
Ustedes son los que corren mayor peligro
-- dijo mirando a Remus y a
Hermione
-
Sabía que este matrimonio era una
locura -- dijo Remus angustiado
-
¡No seas necio Remus! --
exclamó Jason y para sorpresa de todos, agregó --
Ella no estaría más a salvo por no haberse casado contigo --
Lupin lo miró con los ojos muy abiertos
-- Supongo que estás al tanto del
decreto que viene discutiéndose y que si aún no se ha aprobado es porque aún
quedan algunos magos con algo de consciencia, pero de aprobarse, Hermione
correría tanto o más peligro que tú.
-
El Niño tiene razón -- dijo
Sirius -- debemos pensar en eso y en cómo resolverlo,
no podemos esperar que nos caiga encima. Hay que ponerla a salvo antes de que
todo esto explote.
Hermione
miró a Harry y a Ron y éstos no necesitaron que ella dijese nada, sabían
perfectamente lo que estaba pensando. Y Jason ya la conocía lo suficiente como
para sin necesidad de invadir sus pensamientos interpretar correctamente
aquella mirada. De modo que avanzó con decisión hacia ella y la sujetó por los
hombros.
-
Escúchame bien -- le
dijo -- Remus ya es un proscrito, por lo tanto en
cuanto la noticia de que tú eres su esposa se filtre, tú lo serás también. Por
otro lado, apenas este nuevo decreto sea aprobado y lo será tarde o temprano,
te perseguirán y ya cuentan con un grupo de bastardos para ello ¿Qué crees que
sucederá con Lyra siendo la hija de un conocido hombre lobo y de lo que ellos
llaman una “sangre sucia”?
Quizá
sus palabras podían parecer crueles en opinión de muchos, pero a pesar de haber
sido expuestas con tanta crudeza, eran ciertas de principio a fin. Si bien
Hermione no había sentido miedo por sí misma, en ese momento sintió que un
terror frío la invadía al imaginar el posible destino de su hija.
-
Yo estoy dispuesto a dar mi vida por
ustedes -- le dijo Jason
-- pero ayúdame a protegerlas.
-
Me temo que el Niño vuelve a tener
razón --
dijo Sirius -- Y creo que lo mejor es que vayan pensando en
dónde esconderse.
Hermione
y Remus se miraron pero a pesar de haber entendido el razonamiento, de algún
modo algo en su interior se revelaba ante el hecho de tener que pasar el resto
de sus vidas escondiéndose y las lágrimas comenzaron a resbalar por las
mejillas de la chica.
-
Hermione
-- esta vez fue Harry quien se
acercó -- no soportaría perderlos a ustedes también, te
prometo que esto no será para siempre.
-
Pero Harry…
-
Te juro por la memoria de mis padres que
voy a acabar con ese bastardo infeliz, y entonces… --
pero el resto de sus palabras se perdieron cuando ella se abrazó a él
-
No puedo dejarte justo ahora -- le
susurró en un sollozo
Harry
se separó de ella y se enfrentó a Remus, porque si bien era cierto que tanto él
como Ron estaban perfectamente conscientes que enfrentarse a todo lo que les
esperaba sin Hermione sería un trabajo ímprobo, no era menos cierto que por encima
de todo siempre estarían su seguridad y su vida.
-
Ellas son tu responsabilidad ahora, de
modo que así tenga que ser a la fuerza, debes llevártelas y esconderse hasta
que todo esto haya pasado.
Un
pesado silencio cayó sobre ellos, todos parecían sumidos en sus oscuros
pensamientos y aunque tenían un fin común, el asunto era ponerse de acuerdo en
cómo llegar a él. Definitivamente las cosas se ponían cada vez más difíciles,
Voldemort iba ganando terreno y el cerco comenzaba a cerrarse.
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