Al filo de la navaja

Al filo de la navaja
Nuestro pasado no determina nuestro futuro, son nuestras decisiones y nuestras acciones las que lo hacen. Así como tampoco somos responsables por lo que nuestros antepasados hayan hecho o pretendido hacer de nosotros, pero sí lo somos de lo que decidamos hacer con ello. El pasado es un hecho, el presente lo construimos segundo a segundo, y el futuro es un lugar incierto que siempre nos mantendrá… Al Filo de la Navaja

lunes, 21 de julio de 2014

Cap. 42 Interrogatorio…



Cuando Harry abrió los ojos, por un momento creyó que habían vuelto a La Madriguera. El ruido a su alrededor fue lo que lo hizo pensar eso, pero cuando miró bien, notó que estaban en una concurrida calle muggle.  Después de caminar unos metros, se dieron cuenta que no estaban adecuadamente vestidos.

-          Creo que llamaremos mucho la atención  --  dijo Ron

-          Tenemos que buscar un sitio donde cambiarnos  --  dijo Hermione con voz llorosa

Los chicos la miraron y prefirieron no decir nada, porque comprendían que la pobre chica aún estaba muy afectada, pero ambos sabían que de nada serviría encontrar un sitio donde cambiarse de ropas, si no las tenían. Pero repentinamente Hermione los hizo meterse en un callejón.

-          Harry, dame el bolso que te di a guardar  --  dijo mientras se secaba las lágrimas

Harry se metió la mano al bolsillo y le entregó el pequeño bolso. Tuvo la misma impresión que cuando se lo guardó en el bolsillo más temprano, como si algo se moviese dentro.

-          Aquí están sus ropas  --  dijo la chica

De nuevo la miraron y pensaron que realmente debía estar muy mal, porque en aquel objeto difícilmente cabía algo más que un pergamino.

-          Llevo varios días haciéndoles el equipaje  --  dijo mientras ante los asombrados ojos de los chicos comenzaba a sacar pantalones y camisas  --  la que está en problemas soy yo.

-          Hermione…  --  comenzó Harry

-          Dejen de mirarme así, es un sencillo encantamiento extensor.

Una vez que los chicos estuvieron listos, Hermione se aplicó para modificar su atuendo, y la verdad era que lo había conseguido con bastante éxito.

-          Una pregunta  --  le dijo Harry  --  dijiste que habías estado preparando el equipaje para nosotros ¿no?

-          Sí, estaba segura que en cualquier momento podía ocurrir algo así. De modo que procuré meter todo lo que se me ocurrió que podían necesitar, en caso de tener que salir de manera intempestiva.

-          ¿Y pretendías que Harry fuese por ahí con un bolso de chica?  --  preguntó Ron

-          No seas necio Ronald Weasley, por si no lo has notado, podía llevarlo en el bolsillo.

Decidieron meterse en una cafetería para poder hablar con calma, pero no tenían idea de cómo los mortífagos habían dado con ellos. Los rápidos y bien entrenados reflejos de Harry, los salvaron de ser sorprendidos. Sin embargo, el hecho de que los hubiesen encontrado tan pronto, planteaba un serio problema ¿Tenían algún modo de seguirles la pista? Después de mucho pensar, llegaron a la conclusión de que solo quedaba un lugar dónde esconderse, Grimauld Place. Y aunque no sabían qué tan seguro podía resultar, decidieron arriesgarse.

Su llegada al lugar fue traumática gracias a un encantamiento que había colocado Ojo Loco, para evitar que Snape pudiese hablarles del lugar a los mortífagos, pero una vez salvado ese obstáculo y el de la ruidosa pintura de la madre de Sirius, Hermione comprobó que no había ninguna presencia humana en la casa y avanzaron. Se asomaron a las ventanas cuando estuvieron en el salón, y comprobaron que aparentemente no habían sido seguidos. Hermione repentinamente se llevó la mano al pecho, y de no haber sido porque Ron la sostuvo, probablemente habría caído.

-         ¿Estás bien?  --  preguntó Harry asustado

Ambos chicos la miraban con consternación, porque hasta donde habían podido comprobar, ninguno había salido herido en el reciente enfrentamiento. Súbitamente Hermione comenzó a llorar, y tanto Harry como Ron, llegaron a la conclusión de que aquello solo era producto de su dolor por haber tenido que dejar a su hija.

-         Hermione  --  comenzó Harry  --  así como yo no puedo regresar, tú tampoco puedes hacerlo en este momento, no sabemos cómo están las cosas, pero con toda seguridad si el Ministerio cayó en manos de los mortífagos, eso representa en sí mismo un peligro para ti.

Pero la chica que seguía ahogada por las lágrimas, hacía un mudo gesto de negación con la cabeza.

-         Lyra estará segura en casa Hermione  --  dijo Ron  --  Remus y Jason se harían matar antes de permitir que nada le sucediese.

-         Estoy… segura…  --  dijo entre sollozos  --  que algo terrible… está sucediendo.

Aunque intentaron atribuirle esa afirmación, al hecho de que estaba muy angustiada por haber tenido que dejar a la niña, ambos sintieron que una mano helada les comprimía el estómago. Tardaron bastante en lograr que se calmara un poco. Pero al poco rato, Ron entró en  pánico cuando Harry repentinamente sintió la furia de Voldemort, y el chico pensó que podía encontrarse en su casa atacando a su familia. Apenas estaban tranquilizándose, cuando Hermione ahogó un grito al ver una figura plateada que entró como una ráfaga y se posó ante ellos.

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Los invitados que no habían logrado desaparecerse fueron reunidos todos en el centro de la pista de baile, mientras que la familia Weasley había sido apartada y llevados al interior de la casa. Cuando los Delacour vieron que se llevaban a su hija, intentaron detenerlos pero Fleur les recordó que ahora ella también era una Weasley.

La señora Weasley sollozaba mientras miraba a Ginny a su lado. Había hecho todo cuanto le habían permitido para curar las heridas de sus hijos y del señor Weasley. Sin embargo, no la habían dejado acercarse a los cuerpos de Bill y de Jason, y ya para ese momento estaba cercana a colapsar por la angustia. Los tenían a todos en el salón y no les habían permitido levantarse de sus respectivos asientos. Fleur lloraba con desconsuelo, ya que a ella tampoco le habían permitido acercarse a Bill.

De pronto el ruido de la puerta los hizo volver las cabezas. El grupo de mortífagos estaba entrando al salón y de último traían los cuerpos de Bill y de Jason. Molly vio la herida sangrante en el hombro de su hijo, así como el cuerpo inerte de Jason y se sintió morir.

Los mortífagos dejaron caer los cuerpos en el piso sin ninguna consideración, lo que les produjo un enorme dolor en el corazón. No obstante, lo que dijo el que parecía el jefe a continuación, encendió de nuevo la esperanza.

-         Pónganlos en una silla y asegúrense de que no puedan moverse, no queremos más sorpresas.

Aquello significaba… Los hombres hicieron lo que les habían ordenado y una vez que estuvieron en las sillas, uno de ellos se volvió hacia el resto.

-         Weasley  --  dijo acercándose a Arthur  --  Ahora…  --  pero se interrumpió cuando otro de los individuos entró precipitadamente  --  ¿Qué?

-         El Jefe viene en camino  --  dijo el hombre

Al momento todos sintieron que un frío recorría sus espaldas, porque estaban absolutamente seguros que aquellos hombres eran mortífagos, por lo tanto su “Jefe” solo podía ser Voldemort. El hombre que hasta ese momento les había parecido el que comandaba a aquel grupo, asintió y se volvió de nuevo hacia Arthur.

-         Harías bien en decirme de una vez dónde está Potter

-         Ya te dijimos que no lo sabemos  --  dijo Arthur con voz pausada pero firme

El individuo no insistió y volviéndose hacia Bill lo apuntó con su varita. Molly y Fleur ahogaron un grito cuando vieron el rayo salir disparado hacia el pecho del chico, pero por fortuna solo era para reanimarlo. Cuando Bill abrió los ojos, le tomó algunos segundos ubicarse pero ellos no estaban dispuestos a mostrarse muy condescendientes.

-         ¿Dónde está Potter?

-         No… lo sé.

-         ¿Y tú hermano?

-         En su habitación… pero eso ya debes saberlo  --  Bill estaba en lo cierto, ya ellos habían verificado esa información

-         ¿Y  Granger?

-         ¿Por qué habría de saberlo yo?

-         Vamos Weasley  --  dijo el hombre  --  todos saben que es la novia de tu primo, así que…

-         Tú lo has dicho, es “su” novia, no la mía

-         Veamos si podemos refrescar tu memoria  --  y acto seguido  --  ¡CRUCCIO!
Los gritos ahogados de Molly, Ginny y Fleur  hicieron sonreír al hombre mientras Bill se retorcía de dolor. Después de un momento el hombre lo soltó.

-         Probemos de nuevo  --  dijo   --  ¿Dónde están Potter y la sangre sucia?

Aunque Bill sentía que la herida del hombro le quemaba y que aún parecía que miles de cuchillas estuviesen clavándose en su cuerpo, eso no evitó que lo mirara con odio.

-         ¡No lo sé!  --  y al instante un rayo impactó en su rostro abriéndole un surco desde el pómulo hasta la boca

El hombre lo miró con asco y se volvió hacia Jason. Apuntó su varita y Jason comenzó a abrir los ojos. A Jason le tomó solo unos segundos hacerse cargo de la situación. Estaba inmovilizado pero no completamente, de modo que sin levantar la cabeza y apenas moviendo los ojos velozmente, hizo un rápido inventario de los presentes. Bill estaba en una silla a su lado, herido pero vivo. Los restantes miembros de su familia presentaban arañazos y una que otra herida, pero todos bien dentro de lo que cabía. Solo le preocupó no ver a Remus. Una vez que se hubo asegurado de todo esto, levantó la cabeza.

-         ¿Dónde está Potter?

-         Ni idea.

-         ¿Y Granger?

-         Misma respuesta

Pero era evidente que el mortífago comenzaba a perder la paciencia, porque se acercó y tomándolo por el frente de su camisa lo sacudió.

-         ¿Crees que soy estúpido?

-         ¿La verdad?  --  preguntó mirándolo a los ojos  --  Sí  --  contestó con una sonrisa sardónica

El individuo clavó un doloroso puñetazo en el abdomen de Jason, pero en ese momento salió despedido por los aires.

-         ¿Qué modales son esos Weston?  --  preguntó una voz desde la puerta

Pero aquella voz lejos de tranquilizar a los presentes, solo los alarmó muchísimo más, al menos a los que conocían al recién llegado. Éste caminó directo hacia Jason, hasta situarse frente a él. Y a pesar de que el chico vio con alivio que traía a Lupin consigo, aunque lo dejó custodiado por otros dos sujetos, no le produjo el más mínimo placer la presencia de aquel mal nacido.

-         Hola Jason  --  saludó el individuo como si estuviesen en una reunión social  --  Lamento mucho todo esto pero estoy seguro de que hay un malentendido.

Jason lo miró con una total ausencia de expresión, pero no por eso se quedó callado.

-         Veo que al fin decidiste mostrarte tal cual eres Evan, un asqueroso mortífago.

-         Estás equivocado mi amigo  --  le dijo sin perder su antipática sonrisa

-         En primer lugar no soy tu amigo, y en segundo estoy seguro que no hay equivocación posible.

-         Por si lo has olvidado trabajo para el Ministerio, de manera que soy un servidor público

-         Como dije, un asqueroso mortífago

La señora Weasley ahogó una exclamación, aquel chico se estaba buscando más problemas de los que ya tenía. Sin embargo, Evan solo sonrió.

-         Te equivocas, soy el Jefe del CCP

-         ¿Y qué se supone que sea eso?  --  preguntó Bill

-         La División para la Captura de Criminales Peligrosos  --  contestó el hombre  --  Ahora  --  dijo mirando de nuevo a Jason  --  podemos terminar esto de manera rápida e… indolora  --  hizo una pausa intencional y luego prosiguió  --  Solo tienen que decirme dónde está Potter y nos marcharemos tranquilos.

-         ¿Y puede saberse cuál es su crimen?  --  preguntó Remus

-         ¡Ah Weasley!  --  dijo girándose hacia Arthur después de mirar con desprecio a Lupin  --  Hay ciertas cosas que “no” deberías hacer, y una de ellas es relacionarte con proscritos

Arthur iba a contestar pero la mirada suplicante de Remus para que no empeorara las cosas, lo hizo guardar silencio. Pero Jason era otro asunto.

-         Ya quisieras tú poder compararte con él, pero a su lado sales perdiendo  --  dijo Jason con ira contenida

-         Siempre tuviste problemas para elegir a tus amistades Jason, y en mi opinión tendrías que revisar esa manía  --  dijo Evan en tono burlón

-         Me tiene sin cuidado tu opinión y aún no contestas la pregunta 

Evan sacó un pergamino del interior del bolsillo, lo desplegó y se lo mostró a todos los presentes. Después que vieron la fotografía de Harry, Evan leyó lo que venía debajo.
“Por Orden del Ministerio de Magia, se autoriza al CCP para la búsqueda y captura de HARRY JAMES POTTER, como sospechoso de la muerte de Albus Dumbledore”

-         ¡Eso es una vulgar mentira!  --  exclamó Ginny indignada

-         Mi estimada señorita  --  dijo Evan mirándola  --  No nos corresponde a nosotros juzgar ese asunto, nuestro trabajo consiste solo en llevarlo ante la justicia y será ante ella que quede demostrada su inocencia o su culpabilidad

-         Claro, y una vez que lo tengas, se lo entregaras a tu Jefe para que lo mate ¿no?  --  dijo Jason

-         No creo que Pius Thirknesse tenga motivos para ello, solo queremos interrogarlo  --  pero a continuación intentó sorprenderlo con otro asunto  --  ¿Y la chica Granger? ¿Dónde está?

-         No lo sé.

-         ¡Oh vamos Jason! Todos saben que es tu novia.

-         Así es, pero eso no implica que necesariamente tenga que saber dónde está  --  dijo con voz controlada

-         ¿Intentas decirme que en verdad no sabes dónde está la madre de tu hija?  --  hizo un chasquido con la lengua  --  Me gustaría creerte pero…  --  dejó la frase en suspenso, sin embargo Jason no dijo nada, solo se alegraba de que la mentira aún se mantuviese  --  En realidad estoy muy preocupado por ti. Verás, en principio ya es bastante malo que estés relacionado con esa… ¿señorita?

-         No es asunto tuyo con quien me relaciono  --  dijo Jason con voz helada  --  y en cualquier caso ¿cuál es tu interés en ella?

-         Vuelves a estar equivocado, porque en primer lugar, se convierte en mi asunto cuando sabemos que ella es una conocida amiga de Potter, por tanto puede saber lo que ustedes se niegan a decirme. Y segundo, la señorita Granger también debe presentarse en el Ministerio.

-         ¿Por qué? ¿Acaso también es sospechosa en el asesinato de Dumbledore?

-         No, pero debe presentarse ante la Comisión de Registro de Nacidos Muggles

Los presentes ahogaron una exclamación. De modo que aquella barbaridad ya era una Ley. Solo esperaban que a los chicos no se les ocurriese regresar en aquel momento y un sudor frío recorrió sus espaldas al pensar en ello.

-         Bien Jason, he sido muy paciente pero espero algo de colaboración de tu parte, o de lo contrario no podré ayudarte.

-         No necesito tu ayuda.

-         Considerando la situación  --  dijo mirando a su alrededor  --  yo diría que sí. Así que dime  --  y su tono varió sensiblemente  --  ¿Dónde puedo encontrar a la señorita Granger?

-         ¡Vete al infierno!  --  escupió Jason y acto seguido recibió un puñetazo en la cara

-         ¿Tienes idea de lo que puedo hacerle a tu hija?

-         Si llegas a ponerle una sola mano encima a cualquiera de las dos, lamentarás haber nacido  --  le dijo él con una ira fría

-         ¡Qué conmovedor! Pero lamentablemente para ti, no estás en posición de amenazar  --  le dijo y estiró los dedos de la mano izquierda donde faltaba el meñique  --  No lo he olvidado y creo que ha llegado la hora de que pagues por esto ¡CRUCCIO!

Resultó inesperado para todos excepto para Jason que había visto formarse la maldición antes de ser pronunciada, y aunque estaba preparado para soportar el intenso dolor, no podía controlar las sacudidas de su cuerpo. La maldición duró tanto que fue expulsado de la silla cayendo al piso mientras Molly, Ginny y Fleur emitían los gritos que él no.

-         Puedo matarte aquí y ahora  --  dijo Evan  --   Dime dónde está.

-         Aunque lo supiera… asquerosa serpiente rastrera… no te lo…

-         ¡CRUCCIO!  --  bramó el enfurecido Turel

Las sacudidas comenzaron de nuevo para desesperación de los presentes.

-         ¡Basta por favor!  --  suplicó Molly, Evan se detuvo y la miró

-         ¿Me lo dirá usted señora Weasley?

-         De verás no lo sabemos  --  sollozó ella  --  pero le suplico…

-         ¡No… supliques… tía!  --  dijo Jason haciendo un enorme esfuerzo por virarse, ya que Turel había liberado la sujeción que se lo impedía

-         Veo que tienes muchos deseos de morir, aunque para ser honestos si yo estuviese en tu posición, teniendo por mujer a esa sangre sucia y padre además de una hija de esa cualquiera…

Nadie supo cómo lo logró después de haber sido sometido a aquel prolongado maltrato, pero seguramente el profundo odio que sentía por aquel individuo, combinado con la ira que le produjeron sus palabras, impulsaron a Jason a ponerse de pie de un salto y apretar el cuello de Turel. Por supuesto y bien mirado, aquello había sido estúpido, porque de inmediato tres maldiciones impactaron en su espalda haciéndolo volar a varios metros de Evan y caer muy cerca de Lupin. Él  se agachó, o al menos tuvo la intención pero fue apartado violentamente por sus custodios. Evan apuntó su varita y el cuerpo de Jason se vio arrastrado hacia dónde él se encontraba.

-         ¡Eres un imbécil!  --  exclamó agachándose a su lado  --  Primero rechazas colocarte del lado ganador y ahora escoges enfrentarme en lugar de ceder. Sigues siendo el mismo niño estúpido que conocí en la escuela.

-         Si es… así  --  dijo Jason con esfuerzo ya que según lo que sentía, debía tener varias costillas rotas  --  ¿Por qué… fuiste a… buscarme?

-         Digamos que decidí ser generoso y darte de nuevo una oportunidad, además…

-         ¡No!  --  lo interrumpió Jason  --  Yo te… diré por qué  --  Evan lo miró con curiosidad, y aunque era evidente cuánto le costaba respirar, ya no digamos hablar, lo dejó continuar  --  Lo hiciste porque… querían tenerme… controlado… lo hiciste porque… eres… un maldito cobarde.

Molly gimió, Ginny y Fleur cerraron los ojos y contuvieron la respiración, Remus no pudo dejar de admirar el valor y la decisión del chico, mientras que los miembros restantes de la familia, a pesar de saber lo que aquello podía causar, sintieron un desmesurado orgullo. Evan se puso de pie y lo miró con sumo desprecio.

-         ¡CRUCCIO!  --  lo atacó por tercera vez

Todos vieron con dolor, ira e impotencia  que de los oídos de Jason comenzaba a brotar la sangre. Aquel miserable lo estaba matando y nada podían hacer.

-         Esto debí hacerlo años atrás  --  dijo Evan moviendo la cara de Jason con la punta de su pie, y luego se agachó y le sujetó el rostro con la mano libre  --  Voy a encontrarlas Jason, y será una lástima que no puedas ver a tu hija hecha pedazos.

-         Voy a… matarte Evan… y voy a… disfrutarlo  --  le dijo con los dientes apretados y en lo que era apenas un susurro, pero en medio del doloroso silencio en el que se hallaban, todos lo escucharon perfectamente

-         ¡Vete al infierno desgraciado!  --  exclamó Evan y volvió a atacarlo

Cuando Turel bajó su varita, vieron que ahora sangraba además por la nariz y un muy fino hilo de sangre se deslizaba por la comisura de sus labios. Ya no podía hablar, pero giró la cabeza y miró a Bill. En medio del dolor, Remus se sorprendió al ver que los ojos de Jason habían adquirido una tonalidad gris translúcida para luego pasar a un azul purísimo. Mientras que Bill, para quien aquello no era ninguna novedad pues había visto aquellos cambios durante toda su vida, solo prestó atención a la muda súplica impresa en aquella mirada e hizo un imperceptible movimiento de asentimiento.

En el momento que Evan levantaba su varita nuevamente para terminar con aquello…


-         ¡EXIMERE ANHELITUS!  --  nadie lo escuchó porque no fue pronunciado en voz alta, pero a continuación Jason cerró los ojos y su respiración se detuvo.

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