Al filo de la navaja

Al filo de la navaja
Nuestro pasado no determina nuestro futuro, son nuestras decisiones y nuestras acciones las que lo hacen. Así como tampoco somos responsables por lo que nuestros antepasados hayan hecho o pretendido hacer de nosotros, pero sí lo somos de lo que decidamos hacer con ello. El pasado es un hecho, el presente lo construimos segundo a segundo, y el futuro es un lugar incierto que siempre nos mantendrá… Al Filo de la Navaja

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Cap. 61 Se Acerca el Final…



Hermione llegó a Shell Cottage emocionada y triste a partes iguales. Les contó a los chicos su encuentro con Lyra, y ellos se sintieron sinceramente felices por su amiga, especialmente Harry, sobre todo pensando que se acercaba el momento de marcharse y había llegado a pensar que aquel encuentro no se iba a efectuar.
Remus se despidió de todos y se marchó. Cuando llegó a Inverness tenía intenciones de subir directamente a su habitación, pero vio luz en el estudio y entró pensando que Jason estaría allí, y tenía la necesidad de agradecérsele que hubiese hecho posible aquel encuentro. Pero se sorprendió al encontrarse a Sirius.
-         ¿Estás bien?  --  le preguntó al acercarse y notar que él miraba hacia el fuego de la chimenea con una expresión de concentración impropia en él  --  ¿Sirius?
Él pareció regresar de muy lejos y lo miró.
-         ¿Estás bien?  --  repitió Lupin
-         Sí, solo estaba pensando en lo sucedido hoy
Remus arrugó el entrecejo y se sentó frente a él. Sirius le refirió todo lo relativo al rescate del individuo, incluido el hecho de que Grace había resultado herida en el proceso.
-         ¿Y quién es este sujeto?
-         No tengo idea  --  dijo en tono sombrío
-         ¿Y qué es lo que te preocupa?
-         Nada
-         ¡Vamos Sirius!  --  le dijo mirándolo con suspicacia  --  Hemos participado en un sin número de rescates y aparte de que nunca te has interesado ni tan siquiera en los nombres de los involucrados, normalmente estarías muy contento porque aunque Grace haya sido herida, está bien ahora, de modo que dirías que en conjunto todo había salido bien. De modo que no me digas que no sucede nada.
-         Es que no sé, supongo que siento curiosidad por saber quién es ese hombre y por qué lo persiguen. Obviamente no es por el asunto de su sangre
-         ¿Cómo puedes estar seguro de eso?  --  le preguntó  --  Y en todo caso, si tanta curiosidad tienes ¿por qué no se lo preguntas?
-         Sigue inconsciente, y según el niño sus perspectivas de vida son escasas.
Finalmente Remus optó por dejarlo así. Sirius era del tipo necio, y no estaría en paz hasta que no averiguase lo que quería saber. Lo que no tenía claro era su interés, de modo que llegó a la conclusión que algo debió ver en aquel hombre que disparó las señales de alarma en su cerebro. Porque si bien la crianza de Sirius lo había hecho un tanto indiferente, Remus estaba perfectamente consciente que su instinto era de los mejores.
Cuando entró a su habitación se dirigió a la cuna, pero  notó que su hija no estaba en ella. De manera que supuso que estaría en la habitación de Jason como en otras oportunidades y fue a buscarla, pero se encontró con que Jason se había quedado dormido con la niña en brazos y un cuento se había deslizado hacia un lado de la cama. Miró la escena durante unos segundos, y luego retrocedió cerrando la puerta con sigilo. Remus había decidido dejar a la niña allí porque consideraba Jason se había ganado a pulso ese derecho.

Jason despertó con la molesta sensación de algo húmedo en su rostro, y una vocecita penetró las brumas del sueño.
-         Jey, Lya te  --  y él abrió de golpe los ojos para encontrarse con los de la niña muy cerca de los suyos
-         Hola nena
-         Lya te  --  repitió ella y él sonrió
Aquello significaba que la niña tenía hambre. Se incorporó en la cama, y se volvió hacia ella.
-         Espérame aquí, no te muevas ¿bueno?
Pero aquello era esperar mucho de aquella inquieta criatura, porque apenas él entró al baño, la niña tomó la varita que estaba en la veladora y comenzó a agitarla. Jason salió muy de prisa en cuanto escuchó el ruido de cristales rotos.
-         Nena, te he dicho que no hagas eso  --  le dijo caminando hacia la cama con cuidado de no pisar los restos de lo que hubiese sido aquello.
-         Mío  --  dijo Lyra cuando él intentaba quitarle la varita
-         No, no es tuya  --  le dijo  --  y tu papá dijo que me mataría si rompías algo más con ella  --  forcejeó brevemente con ella, hasta recuperar su varita
-         Jey malo
-         ¡Ja! Vaya que es usted injusta señorita
Lyra le sacó la lengua y él rió. En ese momento se abrió la puerta y Sirius asomó la cabeza.
-         Niño, creo que esa es una compañera de cama algo joven aun para ti
-         Deja de decir estupideces y cuídala un momento
Jason volvió al baño y cuando salió de nuevo, ya sabía con lo que iba a encontrarse porque mientras se bañaba había estado escuchando a Lyra reír escandalosamente.
-         Se acabó la diversión lobita  --  dijo Sirius en cuanto lo vio  --  ya sabes, Jason es malo  --  le dijo haciéndola aterrizar en la cama
-         ¡Ah! De modo que eres tú quien le ha estado enseñando eso, debí imaginarlo  --  y Sirius rió cuando la niña repitió el asunto  --  Infeliz  --  dijo él mirándolo mal  --  ¿hay alguna razón para que estés aquí?
-         No, solo sentí curiosidad cuando te escuche reír, como comprenderás, los hechos extraordinarios como ese, despiertan mi curiosidad.
-         Y por supuesto, eres lo bastante desvergonzado como para irrumpir en mi habitación sin tener en cuenta con quién pueda estar compartiendo mi cama  --  le dijo mientras se vestía
-         ¡Oh, vamos niño! Teniendo en cuenta que anoche no bebiste, y lo limitado de las opciones, era muy improbable que la única posibilidad te hiciera despertar riendo
Sin embargo, cualquier cosa que pensara decirle quedó interrumpida con la llegada del patronus de Kingsley anunciando su visita. Jason alzó a Lyra y se dirigió a la habitación de Remus pero él no estaba allí, de manera que se dio la mayor de las prisas en bañar y vestir a la niña para luego bajar. Se la entregó a Remus y subió de nuevo sin prestar atención a la pregunta de Remus acerca de si no iba a desayunar.
Entró a la habitación donde habían instalado al enfermo, y se sorprendió al encontrar a Grace allí.
-         Buenos días  --  la saludó  --  ¿Cómo te sientes?  -- preguntó al notar que su aspecto no era el mejor
-         Ha estado muy inquieto  --  dijo ella ignorando su pregunta  --  ¿Por qué no se le cierran las heridas?
-         Tengo pocas dudas de que esas heridas fueron causadas por una serpiente especialmente venenosa  --  le dijo mientras examinaba al hombre  --  Hace un par de años más o menos, tío Arthur fue atacado de forma similar
-         ¿Va a recuperarse?
Jason levantó la vista y estuvo seguro de dos cosas. Primero, que Grace conocía a aquel sujeto. Y segundo, que era alguien sumamente importante para ella. Sin embargo, Jason poseía mucho más desarrollado el sentido de la oportunidad que Sirius y no hizo preguntas innecesarias, porque Kingsley venía en camino y despejaría cualquier duda que pudiesen tener. No obstante, aún debía responderle y como no veía motivos para mentirle, fue quizá brutalmente honesto.
-         Lo dudo mucho Grace. Le estoy suministrando todo lo que considero puede ayudarle, pero pienso que aparte de haber sido atacado en forma salvaje, tal vez el tiempo transcurrido entre el ataque y el momento de comenzar a ser tratado, fue mucho. De manera que no puedo…
-         Por favor  --  lo interrumpió ella con una mirada suplicante  --  eres el mejor sanador que he conocido, te he visto hacer cosas increíbles, si alguien puede hacerlo eres tú.
Varias ideas invadieron la mente de Jason, y ninguna tenía que ver con sus capacidades profesionales, de modo que  sin ningún escrúpulo invadió la de ella. Pero a pesar de que él no era del tipo melindroso, la abandonó muy de prisa después de un breve vistazo.
-         Lo siento Grace. Como dije, haré lo que esté a mi alcance, pero no puedo garantizar los resultados  --  y en cuanto terminó allí, se excusó y abandonó la habitación.
Mientras bajaba las escaleras, unas ideas que consideró del todo desquiciadas acudieron a sus pensamientos, y a pesar de que en cierta forma le hizo gracia, pensó que aquello podría traerles muchos más problemas de los que ya tenían.
Kingsley ya estaba allí cuando él hizo su entrada al salón y lo primero que hizo fue preguntar por el herido. Jason le dijo poco más o menos lo mismo que acaba de decirle a Grace, y Kingsley adquirió expresión de consternación.
-         Ahora  --  dijo Sirius mirando al mago  --  ¿Nos dirás quién es este sujeto?
-         Joseph Morgan es un Auror  --  les dijo para sorpresa de ellos y miró a Tonks y a Dánaee  --  Ustedes lo saben   --  les dijo  --  ¿Por qué no se los dijeron?
-         Yo pensé que lo sabían  --  dijo Tonks
-         Nadie preguntó  --  se defendió a su vez Dánaee
Y era estrictamente cierto, ni Jason ni Sirius les habían preguntado a ellas. En el caso de Jason, en primera instancia no estaba tan interesado como Sirius en la identidad del individuo, y apenas regresaron y luego de atenderlos tanto a Grace como a él, se había dedicado a ultimar los detalles para el asunto de Hermione y Lyra. Y Sirius había pasado la tarde en la habitación de Grace, y luego había salido con Jason, y no se le había pasado por la cabeza preguntarle a nadie más. No obstante, se recuperaron rápidamente de la sorpresa.
-         ¿Y cómo fue que terminó hecho picadillo?  --  preguntó Sirius
-         Joseph ha estado trabajando encubierto  --  comenzó a informarles Kingsley  --  gracias a él se han logrado frustrar algunas de las “agradables” fiestas de los mortífagos, pero hace un par de noches, me llegó el mensaje de otro de nuestros infiltrados con la información de que habían intentado matarlo.
-         Espera, espera  --  lo interrumpió Sirius  --  ¿Cuántos hombres tienes infiltrados?
-         Solo dos
-         Kingsley, supongo que has considerado la posibilidad de que esto pudo fácilmente ser una trampa ¿no? Porque si es como dice el niño, y al mismo tiempo como aseguras tú, dudo mucho que esa asquerosa serpiente lo hubiese dejado vivo.
-         En un principio no  --  le dijo él  --  porque cuando me avisaron del asunto, no se me informó la naturaleza del ataque. Solo me dijeron que estaba en San Mungo muy mal herido.
-         Justamente eso habría sido lo primero que me habría hecho sospechar si hubiese estado en tu lugar  --  dijo Sirius  --  Porque si intentaron matarlo, asumo que sería porque lo descubrieron, y dudo mucho que se hubiesen molestado en llevarlo a San Mungo
-         Lo pensé pero después que ya los había enviado a ustedes allá. Lo siento, sé que los puse en gran peligro, pero en ese momento solo pensé en la vida del chico.
-         Olvida eso, el asunto es si averiguaste algo más.
-         Kingsley  --  intervino Jason  --  ¿Exactamente cómo realizan su trabajo? Dime que no tienen una “marca” en su brazo.
-         Pues la verdad sí, sí la tienen  --  reconoció él
-         ¡Demonios Kingsley! ¿Cómo sabes que estos sujetos no te están engañando?
-         ¡Estás equivocado señor Black! Joseph Morgan jamás nos traicionaría.
Todos se giraron y vieron a Grace en la puerta. Sirius mudó de expresión, pero ignoró a la chica y miró a Kingsley.
-         ¿Ya has olvidado cómo terminó todo cuando Dumbledore intentó algo parecido?
-         Ya te he dicho que eso no…
-         ¡Eso es algo que ni tú, ni nadie puede asegurar, niña!
-         Sí, sí puedo. Pensar que Joseph podría convertirse en mortífago…
-         Ya lo es  --  dijo Sirius en forma ácida, pero ella lo ignoró
-         … sería tanto como decir que Jason pudiese hacerlo, porque Joseph también es una víctima de esos desgraciados  --  y dicho esto, abandonó la estancia
-         Sirius sé que te asiste el derecho a pensar de ese modo, pero aunque como te dije lo pensé, luego lo descarté, porque de ser así a estas alturas ya me habrían matado a mí.
-         Sí, si el objetivo fueses tú  --  dijo Jason sensatamente
Bill había permanecido callado todo el rato clasificando ordenadamente la información, pero en ese momento decidió intervenir.
-         Es posible que todos tengan en parte la razón  --  dijo  --  Quizá este individuo no sea un traidor como sostiene Grace, independientemente de las razones. Pero también es posible que como dice Sirius se haya tratado de una trampa, y el que puede habernos traicionado sea el otro, y el que no hayan ido en tu contra daría fuerza a lo que dice Jason, ya que sabrían que por intermedio tuyo pueden llegar a cualquiera de nosotros.
-         Kingsley  --  dijo Remus  --  creo que ha llegado el momento de que abandones el Ministerio, si algo o todo esto tiene algún sustento real, tu vida corre peligro. Ya nos encargaremos nosotros de averiguar si este Joseph Morgan es o no lo que dice ser, suponiendo que sobreviva.
-         Eso es algo que no me cuadra  --  dijo Kingsley  --  ¿Quién se sometería a eso sabiendo que podría morir atacado por ese asqueroso animal?
-         Es posible que no tuviese alternativa  --  dijo Jason y lo miraron con extrañeza
-         Jason vuelve a tener razón  --  dijo Bill  --  Suponiendo que el tipo no nos traicionó, sino que fue descubierto, tal vez contaban con que moriría de cualquier manera y ese ataque serviría a un doble propósito, castigarlo y cazarnos. O, está la más conocida, y es que esos individuos simplemente no respetan la vida ni de los suyos, y de seguro ninguno se pone a discutir con “su jefe” cuando decide algo.
-         En cualquiera de los casos  --  volvió  a hablar Remus  --  pienso que no debes volver Kingsley, porque al ver el fracaso de su plan, podrían cambiar de parecer y decidir deshacerse de ti.
-         ¿Y si estamos equivocados?  --  preguntó él  --  Estaríamos abandonando a su suerte al otro.
-         Kingsley, llevo veintisiete años conociendo a Sirius, y rara vez su instinto se ha equivocado. Ciertamente es un riesgo dejar al otro a su suerte, pero discúlpanos si preferimos correrlo, a perderte a ti  --  concluyó Lupin
Finalmente Kingsley aceptó la justicia de los temores de ellos y les prometió no volver, pero que por lo menos debía ponerse en contacto con algunas personas antes de desaparecer por completo, pero Bill estuvo en desacuerdo y dijo que si debía ir a algún sitio no lo haría solo.
-         Nosotras vamos con Grace  --  dijo Dánaee mientras ellos discutían  --  debe estar deshecha
Remus, Bill y Sirius la miraron con extrañeza, no así Kingsley y Jason.
-         ¿Por qué?  --  preguntó Remus
-         Joseph y ella iban a casarse  --  dijo Tonks
Mientras las chicas abandonaban el salón, Remus tenía cara de sorpresa, Bill de conmiseración y Sirius parecía haber sido alcanzado por un rayo de extrema violencia.

Harry estaba sentado cerca de la tumba de Dobby y veía hacia el horizonte, cuando sintió que Ron se sentaba a su lado.
-         ¿Algún problema?  --  preguntó el pelirrojo
-         No, solo pensaba
Y efectivamente había estado repasando lo que le dijera Bill unas cuantas noches atrás con relación a los negocios entre magos y duendes, pero simplemente no podía hacerse nada ahora. Habían decidido poner en ejecución sus planes al día siguiente y ya no había marcha atrás. Por otro lado, también había estado pensando en Hermione. La había visto tan feliz por el encuentro con Lyra, que le dolía el corazón el hecho de que no pudiese quedarse con su hija.  Pero esto solo ponía mayor determinación en lo que debía hacer, aquella pesadilla tenía que terminar.
Otra de las razones de su prisa, era liberar a Bill y a Fleur de su presencia, después de la marcha de Ollivander, sabían que el joven matrimonio permanecía allí solo porque ellos no se habían marchado, porque una vez que ellos abandonaran Shell Cottage, Bill y Fleur se trasladarían a la propiedad de Jason junto con Luna y Dean, que estaba deseoso de ver a su familia.
En su última visita, Sirius le había informado de la situación de Kingsley, él y la profesora McGonagall eran los últimos miembros de la Orden que aún permanecían en activo a la luz pública, pero con su salida del Ministerio, ya solo quedaba la profesora, y ella podía informarles en realidad muy poco, ya que no salía de Hogwarts.
Harry pensó que el tiempo se agotaba, todos sus amigos estaban siendo perseguidos por su causa, todos los miembros de la Orden estaban escondidos y el mundo mágico estaba sumido en el terror. Con un último suspiro dejó su contemplación del atardecer y se volvió hacia su amigo.
-         ¿Listo para continuar?  --  le preguntó
-         Sí, listo compañero
-         Ron…
-         Ahórrate el discurso  --  lo interrumpió él  --  te conozco lo suficiente como para saber que estás ahogándote bajo el peso de una culpa que no te pertenece. Si mi familia se ha visto obligada a esconderse, y nuestros amigos a huir, no es por tu causa, esos desgraciados nos habrían perseguido igual aunque no estuvieses tú, y te recuerdo que de no haber sido por ti, tal vez todo esto habría empezado mucho antes. Y en cuanto a Hermione y a mí, coincido contigo en que es muy triste que no pueda estar con su hija, pero ya que no puede hacerlo, te aseguro que no querría estar en ningún otro lugar sino haciendo esto, porque es algo que decidimos hace mucho tiempo amigo. De manera que deja de pensar tonterías, y preparémonos para continuar y terminar con esto.
Harry sintió una grata calidez en su pecho que alivió en algo el dolor que sentía y sonrió.
-         Gracias Ron 
-         Es hora de continuar con la “diversión”
Ambos rieron, y aunque Harry pensó que estaban muy lejos aquellos días en los que sus mayores preocupaciones eran los exámenes y los castigos de Snape, y aunque Voldemort les había robado muchas cosas entre ellas parte de su infancia y la alegría de su juventud, aún podía sonreír aunque fuese un momento.

Hermione estaba despidiéndose de Remus en el momento que ellos entraron a la casa.
-         ¿Ya te marchas?  --  preguntó Ron
-         Sí, los veré mañana  --  les dijo
Ellos sonrieron, se despidieron de él y subieron las escaleras. Harry había tenido que resistir el impulso de darle un abrazo de despedida, aquello habría despertado las sospechas de él, y habían acordado no decirle a nadie que se marchaban al día siguiente, de modo que debían actuar con naturalidad.
Sin embargo, Hermione tuvo más dificultades con ello. Había pasado casi toda la tarde abrazada a él y ahora que había llegado la hora de su marcha, sentía que el corazón se le hacía pedazos, no solo por tener que dejarlo de nuevo, sino porque ya no tendría las diarias noticias de su hija. En el tiempo que habían pasado allí, y aunque solo había podido verla una vez y por un breve lapso de tiempo, el resto de los días, habían estado sembrados de los relatos detallados de casi cada uno de los días de vida de Lyra, incluidas anécdotas y travesuras, ahora tendría que despedirse de eso también.
-         Bueno linda  --  estaba diciendo él  --  debo marcharme, vendré mañana después del almuerzo
-         Dale muchos besos a Lyra  --  le dijo ella haciendo su mejor esfuerzo por contener las lágrimas
Él sonrió y le dio un dulce y largo beso, que de haberse prolongado más, habría tenido serias dificultades para marcharse.
-         Te amo  --  le dijo ella
-         Te amo  --  contestó él, y con un último y fugaz beso se alejó y abandonó la casa

Una vez a solas, Hermione se dejó caer sobre el sillón y lloró todas las lágrimas que había estado conteniendo esa tarde, preguntándose de forma inevitable, si volvería a ver algún día a su marido y a su hija.

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