Bill estaba terriblemente preocupado,
porque le había quedado claro que los chicos tramaban algo serio con Griphook y conociendo como conocía a los duendes, temía
que algo saliese mal. En su experiencia, los duendes no hacían nada si no iban
a obtener un beneficio, y si este involucraba alguna clase de tesoro, entonces
las cosas podían ponerse muy feas, y no porque Harry no pensara en cumplir con
el trato, sino porque las nociones de negocios de los duendes diferían mucho de
las de los magos.
Sin embargo, y como los chicos se
negaban a hablar del asunto, hasta la fecha no había podido averiguar nada.
Hermione había mejorado mucho y muy de
prisa, pero ella al igual que los muchachos se pasaban los días encerrados en
la habitación, y Bill suponía que trazando sus planes futuros.
Remus, Sirius y Jason habían espaciado
sus visitas y procuraban no venir juntos. Según le había informado Sirius, los
habitantes de Inverness, habían
comenzado a mostrarse curiosos con relación a sus constantes salidas. Jason le
había dado las instrucciones precisas a Fleur de cómo tratar a todos, y le
aseguró que si lo necesitaba vendría en seguida.
Desde el día de la tensa conversación
acerca de Lyra, Jason era el que menos venía, pero igualmente Sirius le había
informado que tenía la nariz enterrada en los libros, y que había salido en un
par de oportunidades, pero no sabía nada más.
Una mañana, Grace acorraló a Sirius en
el comedor.
-
¿En
qué andan ustedes señor Black?
-
En
nada que yo sepa, pero si fuera así, no veo que eso sea asunto tuyo niña -- le
dijo
-
Es
mi asunto, porque ya tengo claro que son ustedes del tipo que les gusta arriesgar
el cuello neciamente
Sirius sonrió de esa manera que hacía
temblar al corazón más gélido, y Grace lo miró con desconfianza.
-
¿Preocupada
por mí, niña? ¿Quién lo hubiese dicho?
-
¡Vete
al demonio, señor Black! ¡No es por ti por quien me preocupo!
-
¿Ah
no? Veamos, -- dijo y comenzó a contar con los dedos -- no
creo que sea por Bill, ya que todos sabemos que esa francesita no dudaría en
quitarle la cabeza a cualquier mujer que se atreviese a mirar a su marido. En
el caso de Lunático, casado también y aunque su esposa no esté por acá, te
aseguro que no es del tipo infiel. Y el otro niño, pues lo dudo mucho, ya
que ha dejado bastante claro que no
quiere la clase de complicaciones que traen ustedes en el empaque. De manera
que…
-
De
manera que eres el ser más insoportable que he conocido en mi vida -- lo
interrumpió ella -- y deja de sacar ridículas cuentas, porque tú
serías la última persona por la que me preocuparía, ya lo haces tú solo y en
demasía.
-
Claro --
dijo él -- debe ser por eso que vienes a preguntármelo a
mí, y no a Lunático o al niño ¿verdad?
-
Aclaremos
algo imbécil, lo que me preocupa no es que pierdas tu estúpida cabeza, sino lo
mucho eso nos fastidiaría a todos en términos de trabajo y nada más.
-
¡Ah!
Te lo agradezco, porque eso significa que al menos me reconoces el mérito en lo
que hago
-
La
verdad aun me pregunto cómo es que puedes caminar bajo el peso de tu enorme
ego.
Le dio la espalda y se marchó seguida de
la carcajada de Sirius. Por el camino iba maldiciéndose por haber tenido la
pésima idea de preguntarle algo a aquel monumento a la arrogancia.
Un par de días después, se encontraban
Sirius y Andrómeda enfrascados en un pleito verbal por causa de Lyra.
-
Andy
no fastidies ¿quieres? -- decía Sirius mientras jugaba con Lyra
-
No
pierdas tu tiempo Andrómeda -- dijo Grace que venía entrando en ese
momento -- tiene el mismo entendimiento que un simio.
Sirius colocó a Lyra en el piso y se
volvió hacia Grace.
-
Escucha
niña…
-
¡Sirius! -- lo
interrumpió el grito de Andrómeda y él se giró
-
¡Por
las Barbas de Merlín! -- exclamó él a su vez y corrió hacia la
puerta -- ¡Niño corre!
-- gritó
Jason estaba como de costumbre enterrado
entre libros, pero al escuchar el grito de Sirius y sabiendo que estaba con
Lyra porque Remus estaba en Shell Cottage, salió disparado hacia el salón y
cuando llegó a la puerta, una enorme sonrisa se dibujó en sus labios. Lyra
estaba de pie en medio del salón y sin ninguna ayuda. Se acercó despacio a la
niña pero ella dio un inseguro paso en su dirección. Jason se arrodilló en el
piso aun a cierta distancia y extendió los brazos.
-
A
ver nena, ven -- le dijo
Con cierta dificultad, Lyra comenzó a
dar inseguros pasos hacia él hasta lograr cubrir la distancia que los separaba.
Jason la recibió en sus brazos, enormemente emocionado, la levantó y la besó,
mientras la niña reía.
-
Solita -- dijo ella
Esta era una palabra que Lyra escuchaba
mucho, porque siempre que la animaban a hacer algo, le decían que lo hiciera
“solita”, y definitivamente había aprendido su significado porque acaba de
usarlo con corrección.
-
Sí
nena --
le dijo Jason -- lo hiciste tú solita.
Pero la emoción les duró muy poco,
porque en ese momento les llegó un patronus de Kingsley.
-
Es necesario sacar de San Mungo a un
individuo de nombre Joseph Morgan, está en la tercera planta. Después les doy
las explicaciones pero es ¡Urgente!
Ni Sirius ni Jason tenían la más mínima
idea de quién era aquel sujeto, pero si Kingsley decía que debían rescatarlo,
lo harían sin cuestionarlo. Sin embargo, mientras Jason le entregaba la niña a
Andrómeda, Sirius miraba con curiosidad a Grace que había adquirido la
apariencia de uno de los fantasmas de Hogwarts.
-
¿Niña? -- la
llamó y ella pareció reaccionar -- ¿Vienes o no?
Ella asintió, salieron y Dánaee se reunió
con ellos en el jardín. Se desaparecieron y llegaron a la entrada de
visitantes, pero Jason los guió hacia un callejón adyacente.
-
Será
mejor no utilizar la entrada principal, no sabemos “quiénes” pueden estar en el
vestíbulo
Ninguno protestó y lo siguieron.
Entraron por una desvencijada puerta que parecía a punto de deshacerse pero una
vez que la traspusieron, todo el ambiente cambió. Se encontraban en un pasillo
desierto, pero el olor a hospital era inconfundible.
-
¿No
está algo expuesta esa puerta? -- preguntó Dánaee
-
No,
solo puedes verla si eres un mago o una bruja
-- dijo Jason caminando de prisa
Se detuvo al inicio de una escalera y
los miró.
-
Subiremos
directamente a la planta que nos indicó Kingsley, pero en el camino cualquiera
podría reconocernos. Estas escaleras son utilizadas solo por el personal, de
modo que si tenemos que silenciarlos, procuren no dañarlos.
Ellos asintieron y comenzaron el
ascenso. Afortunadamente en la primera planta encontraron a unas cuantas enfermeras,
pero no parecieron reconocerlos. Cuando
iban por la segunda, se abrió la puerta que daba acceso a ese piso.
-
¡Jason! --
exclamó la mujer que había aparecido
-
Hola
Aby --
dijo él con calma, mientras los demás aferraban sus varitas
-
¿Estás
loco? --
preguntó ella con aprensión
-- ¡El Hospital está lleno de
agentes del CCP! Si te ven…
-
Pero
tú no se los dirás ¿verdad? -- dijo Sirius y la chica abrió
desmesuradamente los ojos al darse cuenta “quien” le estaba hablando
-
Aby,
necesitamos sacar a alguien que está en la siguiente planta -- dijo Jason
-- No te pido que nos ayudes, solo dime si hay agentes allí.
-
¿No
me escuchaste? -- preguntó ella
-- Hay agentes en todas partes
-
¿En
todos los pisos? -- preguntó Sirius y ella asintió --
¿Puedes decirnos más o menos cuántos?
Ella pareció pensarlo un momento, y
luego contestó.
-
Al
principio, es decir, después que te fuiste
-- dijo mirando a Jason --
venían con frecuencia pero ahora están de forma permanente y son como
cinco o seis por piso.
-
Bueno --
dijo Sirius -- no son tantos, nosotros nos encargamos de
ellos si es necesario y tú ocúpate de sacar al sujeto -- y
Jason asintió
-
Gracias
Aby --
y comenzó a subir el tramo que faltaba
-
Jason
espera -- dijo ella y subió --
dejen que me asome y les digo dónde están los agentes.
-
No
Aby, no es necesario que hagas esto
-
Pero
quiero hacerlo -- y se adelantó
Sirius lo miró y una sonrisa pícara apareció
en sus labios. Jason no tuvo necesidad de preguntar para saber lo que él estaba
pensando, pero decidió ignorarlo y siguieron a Aby.
-
Esperen
aquí --
les dijo y salió al pasillo
-
¿Viejos
amores, niño? -- preguntó sin poder amarrar su lengua y Dánaee
puso la peor de las caras
-
¡Cierra
la boca, Black! -- dijo él
Unos minutos después regresó la chica y
no traía buen aspecto, lo que los hizo tensarse
-
Algo
sucede -- les dijo
-- Me encontré a Silver y me dijo
que había una especie de conmoción en la entrada. Le dije que fuera a
averiguar, pero sea lo que sea deben darse prisa ¿A quién están buscando?
-
A
un tal Joseph Morgan -- y ella abrió mucho los ojos --
¿Qué?
-
Ese
hombre no puede caminar, ingresó hace unas horas y está muy mal herido.
-
¡Genial! --
dijo Sirius -- Esto se pone mejor cada minuto
Sin embargo, siguieron a Aby que los
condujo directamente al individuo, y les evitó tener que buscarlo.
Efectivamente el tal Morgan estaba inconsciente y extremadamente pálido.
-
¿Qué
le sucedió? -- preguntó Jason
-
Fue
atacado por alguna criatura muy venenosa, sufrió un shock hipovolémico a causa
de la hemorragia, y sus heridas aún no cicatrizan. Le hemos estado
administrando poción re abastecedora, pero aún no se recupera del todo y sus
constantes vitales siguen siendo inestables
-- informó ella de forma
profesional
Jason había estado leyendo los
pergaminos que colgaban al lado de la cama mientras Aby le rendía el informe, y
pensó que aquel hombre aparte de que debía estar en el primer piso, ya que él no
tuvo dificultad en reconocer que aquello era una mordedura y tuvo una idea
bastante aproximada de la “criatura” que lo había hecho, tenía un pronóstico
muy poco alentador, pero la orden era sacarlo y eso era justamente lo que iban
a hacer. Retiró las sábanas y apuntó su varita.
-
¡RIGOREM! -- inmediatamente el cuerpo del hombre se tornó
rígido -- ¡MOVERE!
Comenzaron a avanzar hacia la puerta
cuando entró Silver a toda velocidad.
-
¡Jefe! --
dijo cuando vio a Jason -- ¡Tienen que salir de aquí ya!
-
¿Por
qué? --
preguntó Aby mientras que ellos no se interesaron en la razón sino en
hacerlo
-
Los
agentes del CCP están subiendo -- dijo el sanador
-
Gracias
Silver, ahora váyanse los dos ¡Rápido!
Pero ellos no parecían muy dispuestos a
obedecer y cuando Jason iba a repetirles la orden, escucharon el ruido de
muchos pasos acercándose.
-
¡Silver!
No quiero tener que entregarle tu cuerpo en una bolsa a tu madre ¡Váyanse ya!
Casi habían alcanzado la puerta de las
escaleras, cuando escucharon que los agentes gritaban que no estaba allí.
Sirius y Jason pensaron lo mismo, si salían todos había más posibilidades de
que los hallaran, de modo que lo mejor era que uno se encargara de sacar a
Morgan, mientras los demás cubrían su retirada.
-
¡Sácalo
tú, Dánaee! -- le ordenó Sirius --
¡Nosotros te cubriremos!
-
Y
no nos esperes, apenas llegues a la salida vete
-- agregó Jason
En cuanto Dánaee salió, ellos se
prepararon a hacer frente a los agentes del CCP y Silver arrastró a Aby fuera
de la línea de fuego. La conocía bien y
sabía que no lo haría por voluntad propia, y menos si ello involucraba no
ayudar a Jason, pero también conocía bien a Jason y le quitaría la cabeza
limpiamente si no lo obedecía. Desde dónde estaban pudieron escuchar los
sonidos de la lucha, pero Silver tenía sujeta a Aby mientras ella protestaba e
intentaba soltarse.
-
Tenemos
que ayudarlos -- decía la chica con desesperación
-
¡Vamos
Aby! Has escuchado las historias, ni tú ni yo seríamos capaces de causar ni la
mitad de los daños que pueden producir ese par.
Resistieron tanto como les fue posible,
dando tiempo a que Dánaee alcanzara la salida, y cuando calcularon que ya debía
haberlo hecho, Jason que era el que estaba más cerca de la puerta la abrió.
-
¡Vámonos! --
salieron, sellaron la puerta y se lanzaron escaleras abajo
-
Contemos
con que Dánaee haya sellado las otras
-- dijo Sirius
Cuando llegaron al primer piso
escucharon la conmoción al otro lado de la puerta y aferraron sus varitas, pero
evidentemente Dánaee había hecho su trabajo.
-
¡Tírenla!
Escucharon que decía una voz al otro
lado, pero ellos ya casi habían llegado a la salida.
- ¿Quién
demonios será este sujeto para que lo persigan así? --
preguntó Sirius
Una vez afuera y cuando se disponían a
desaparecer, ambos vieron con horror que Grace se desvanecía. Sirius la sujetó
y se desaparecieron justo a tiempo.
Cuando llegaron a Inverness pudieron ver con más claridad el estado de Grace, y una
mancha oscura se extendía por su costado derecho.
-
¡Maldición! --
exclamó Sirius -- ¡Vamos niña, no
me hagas esto!
-
Tenemos
que llevarla dentro -- dijo Jason
Sirius alzó en brazos a la chica y
corrieron hacia la casa. Ya Miles se había habituado a aquel agitado estilo de vida de su señor, y
al constante ir y venir de gente, de modo que tenía las habitaciones listas, y
en cuanto vio llegar a Jason le informó.
-
El
nuevo huésped ya está instalado, milord
-- le dijo como si fuese muy
natural que los heridos llegasen como si aquello fuese un hospital
-
Gracias
Miles, pero necesito atender a la señorita Lowell ahora.
Subió tras Sirius y entraron a la
habitación de Grace, él la colocó sobre la cama mientras Jason rasgaba las
ropas para revisar la herida. Sacó su varita y comenzó a trabajar.
Afortunadamente no era una herida de mucha gravedad.
-
Estará
bien dentro de un par de horas -- le dijo a Sirius cuando terminó
Caminó hacia la puerta con intención de
ir a ver al otro pobre desgraciado, al que no le daba mucho tiempo de vida
según lo que había visto en su historia, pero se detuvo en la puerta.
-
Puedo
decirle a Molly o a Tonks que vengan
-
No,
yo me quedaré un rato -- Jason asintió y abandonó la habitación
En la tarde Jason salía de su habitación
cuando escuchó un sonoro portazo, y vio a Sirius abandonar la de Grace y
dirigirse hacia la suya.
-
¿Qué
sucede? -- le preguntó
-
¡Nada!
-
Claro,
solo espero que no la hayas matado o tendremos que dar muchas explicaciones
-
¡Cállate
niño!
-
No
puedo, en realidad iba a buscarte porque necesito que hablemos sobre…
-
¡Ahora
no! --
y se metió a su habitación
Jason decidió ir a ver a Grace porque en
cualquier caso quería saber cómo estaba, pero apenas abrió la puerta, un objeto
se estrelló contra la pared a muy pocos centímetros de su cabeza.
-
¡Lárgate
imbécil!
-
De
acuerdo -- dijo
-- solo quería saber cómo
estabas.
-
¡Lo
siento Jason! -- exclamó la chica enrojeciendo hasta las
orejas
-
Descuida,
sé lo exasperante que puede ser ese individuo
-- le dijo sonriendo --
¿Cómo te sientes?
-
Perfectamente,
y te aseguro que puedo levantarme ya.
Jason la miró con extrañeza porque ciertamente él no había dicho que no pudiese
hacerlo, así que dedujo rápidamente que Sirius había intentado impedirle que lo
hiciera.
-
Bien,
aunque dije que lo mejor era que permanecieras en la cama por hoy, si te
sientes lo bastante bien como para hacerlo, entonces hazlo
-
¿Dijiste
que no podía? -- le preguntó ella con los ojos muy abiertos
-
Por
supuesto, después de todo fue una herida grande y perdiste el conocimiento,
debía asegurarme primero que estuvieses bien
-- mintió él con el mayor descaro
Jason fue perfectamente consciente que
la chica se moría de vergüenza, y se preguntó que le habría dicho a Sirius para sentirse así. Pero abandonó la
habitación y se olvidó del asunto porque tenía otro mucho más importante que
resolver, de manera que Sirius tendría que escucharlo quisiera o no.
Sirius estaba bajo la ducha con las
manos apoyadas en la pared como si esta fuese a caerle encima, y preguntándose
qué demonios había sido todo eso. Esperaba que el agua helada despejara su
mente y aclarara sus ideas.
Después que Jason había atendido la
herida de Grace y había abandonado la habitación, él se quedó allí sintiéndose
terrible, por alguna razón se sentía culpable de aquello, y aunque una voz en
su cerebro le decía que no era así, él seguía tercamente sintiéndose miserable.
Al notar que no había bajado a almorzar, Miles le había subido una bandeja,
pero él apenas probó nada.
Cuando notó que Grace comenzaba a
moverse, se acercó rápidamente a la cama y la chica se sobresaltó al verlo.
-
¿Qué
haces en mi habitación señor Black?
-
Te
hirieron niña, y solo me aseguraba que estuvieses bien
Ella pareció recordar en ese momento y
se llevó la mano a donde había sido herida.
-
Descuida,
ya fuiste atendida -- le había dicho, y luego preguntó --
¿Tienes hambre?
-
No
-
Pero
debes comer, así que le avisaré a Miles…
-
Deja
de comportarte como mi padre. Soy perfectamente capaz de bajar a la cocina, en
caso de considerarlo necesario.
-
Escucha
niña, no vas a levantarte de esa cama hasta que…
Se detuvo al notar que ella lo miraba en
forma peligrosa, y al mismo tiempo retiraba las mantas, pero se cubrió
rápidamente la notar que su blusa no estaba donde debía estar.
-
Mi
ropa…
-
Te
aseguro que no te la quité yo -- dijo él con una sonrisa maligna -- pero puedes continuar ¿no querías
levantarte?
-
¡Sal
de aquí!
-
Pues
no pienso ir a ningún lugar, de modo que si quieres levantarte, creo que
disfrutaré de una agradable vista
-- había dicho él sentándose en
el sillón
Ella estiró la mano hacia la veladora,
pero al no encontrar lo que buscaba él volvió a reír.
-
¿Buscas
esto? --
preguntó mostrándole la varita
-- Contrario a lo que puedas
pensar, no soy idiota, o al menos mi instinto de conservación cumple sus
funciones.
-
Mira --
dijo ella, al parecer cambiando de táctica -- me
siento perfectamente bien, y ahora te agradecería salir de aquí para poder
vestirme.
-
Me
alegra saber que te sientes bien, pero no vas a ir a ningún lado. Tuve un día
pesado rescatando a un individuo que está más muerto que vivo, de modo que…
Pero se interrumpió al ver que ella se
había incorporado de nuevo y había palidecido. Pensando que se sentía mal, se
levantó de un salto y llegó a la orilla de la cama.
-
Joseph --
había murmurado Grace
-
¿Joseph? --
preguntó él, y acto seguido abrió mucho los ojos --
¿Conoces a ese sujeto?
-
Sí,
lo conozco y pienso ir a verlo, así que sal de aquí ahora mismo
Sirius sintió como si le hubiesen dado
un golpe en pleno estómago.
-
¿Quién
es?
-
No
es asunto tuyo señor Black.
-
Es
mi asunto desde el momento en que arriesgamos el cuello por él, y casi te matan
por ello
-
No,
no lo es y ahora lárgate de una vez
-
Tienes
razón --
dijo de forma peligrosamente serena
-- y como dijiste tú misma antes,
solo me interesa por lo mucho que puede fastidiarnos el hecho de que pierdas tu
estúpida cabeza. Aunque parece que eso ya ha sucedido -- y
había abandonado la habitación con un portazo
Ahora con el agua corriendo por su
cuerpo, seguía preguntándose qué había sido todo eso ¿Qué le importaba a él
quién era aquel sujeto? ¿Qué le importaba si aquella tonta niña lo conocía o no?
Habían hecho su trabajo y punto. Pero entonces… ¿Por qué seguía molestándole
tanto? Sin embargo, sus pensamientos
fueron interrumpidos por la voz de Jason.
-
¿Tendré
que esperar hasta el amanecer para que salgas de allí?
-
¿No
tienes nada mejor qué hacer niño?
-
Sí,
pero lamentablemente te involucra, así que sal de ahí de una maldita vez.
Sirius gimió internamente pero cerró la
llave y comenzó a secarse. Se ató una toalla a la cintura y salió.
-
¿Cuál
es tu problema?
Jason lo miró unos segundos
preguntándose qué le sucedía, porque normalmente sus ataques de ira no duraban
una gran cantidad de tiempo.
-
Ya
encontré la forma para reunir a Lyra y a Hermione
-
Pues
me alegro, pero ¿qué tengo que ver yo con eso?
-
Te
lo explicaré por el camino -- le dijo y caminó hacia la puerta -- Te
espero abajo, ya Bill viene en camino
-
¡Hey! --
intentó detenerlo -- ¿A dónde se supone que iremos?
-
Date
prisa --
se limitó a contestar y salió
Sirius maldijo en forma audible y se
preguntó si todos estaban decididos a no decirle nada. Una vez que estuvo
listo, bajó y sin explicaciones los chicos se dirigieron al jardín por lo que
él no tuvo más alternativa que seguirlos, pero para su sorpresa, Jason llevaba
a Lyra en brazos. Cierto que había dicho que ya había encontrado la forma de reunirlas,
pero no dijo que fuese en ese momento.
-
Las
coordenadas del lugar al que nos dirigimos son:
Latitud 51° 9' N y Longitud 2° 42' O
-- les dijo
Ellos asintieron y desaparecieron.
Cuando sus pies tocaron el piso nuevamente, miraron a su alrededor. Se
encontraban en una especie de colina, con algunas estructuras de piedra
alrededor.
-
¿Dónde
estamos? -- preguntó Sirius
-
En
la colina sagrada de Glastonbury -- dijo Jason y le entregó la niña a Bill
Se alejó de ellos y comenzó a caminar en
círculo en un área determinada. Después de un rato se volvió hacia ellos.
-
Bill,
dale la niña a Sirius y ve por ella, no
demores y avisa cuando se pongan en camino
-- le dijo
Bill pasó a Lyra a brazos de Sirius y
desapareció. Aunque Sirius quería preguntar, decidió que era mejor no hacerlo.
Unos minutos después llegó el patronus de Bill.
-
En camino
-
Dame
a Lyra -- y Sirius le entregó a la niña alejándose de
nuevo
Jason sentó a la niña en el centro de
aquel círculo imaginario, y cuando aparecieron los demás, les hizo un ademán
con la mano para que se detuvieran, y comenzó a recitar algo que al menos
Sirius no entendió.
-
Dana uxor es ventum super aquas
Fluctus maria
Lacrimis Solis
Verbum accurate et hasta vulnera in proelio
Hodie ego ad te,
domina magna invocare patrocinium
Evagina gladium tuum et
circulos amet
Et non malum
linearum transire vel nocere entia qui da
protectionis tuae
Después de eso extrajo su navaja del
cinto y se hizo un corte en la mano dejando caer las gotas de sangre sobre la
tierra.
-
Signatum cum circulo sanguinis et offero
Un relámpago seguido de un trueno los
sobresaltó, y a continuación le hizo señas a Hermione para que se acercara.
Ella secó las lágrimas que no habían dejado de rodar por su rostro desde que
había visto a la niña, y comenzó a caminar mientras Jason se acercaba a Lyra y
la ponía de pie. Una vez que Hermione ingresó al círculo, él giró a la niña
hacia ella. Lyra se quedó mirando a Hermione, y comenzó a dar inseguros pasos
hacia ella.
-
Mami -- dijo la niña sonriendo
Ella se había arrodillado en el piso
para recibirla en sus brazos, y ahora
lloraba aún más que antes. Había pensado que tendría dificultades para
acercarse a su hija teniendo en cuenta que la niña no la conocía, y aunque
Remus le había dicho que no debía preocuparse por ello porque se habían
asegurado de que la niña viese a diario su fotografía, ella había seguido
teniendo miedo. Por lo tanto, ahora sentía que el corazón iba a salírsele del
pecho por la emoción.
Jason le hizo señas a Remus para que se
acercase también, y una vez que ingresó al círculo, le hizo la advertencia.
-
Esto
no durará más de una hora -- él asintió y fue a reunirse con su esposa e
hija
Jason se apartó, pero sin abandonar el
círculo, en tanto que Sirius y Bill se quedaron dónde estaban.
La pequeña Lyra miraba a su madre y
decía sus medias palabras, mientras Hermione intentaba sonreír en medio del
llanto. No podía creer que tuviese a su hija en brazos. En muchas ocasiones
durante aquellos meses, se había preguntado si eso sería posible algún día, y
en muchas otras pensó que moriría sin poder volver a ver a la niña.
Hermione entendía poco lo que la niña le
decía, pero eso carecía de importancia, aunque Remus intentaba traducir, lo
importante y maravilloso para ella era poder verla y escucharla.
La niña comenzó a dar señales de
cansancio, se recostó en el regazo de su madre, se introdujo el pulgar en la
boca y Remus miró apenado a Hermione.
-
He
hecho cuanto he podido con eso, pero…
-
No
tiene importancia Remus -- dijo ella colocando un dedo sobre sus labios -- Has
hecho un maravilloso trabajo. Nuestra hija es perfecta --
agregó mientras acariciaba los cabellos de la niña
-
No
solo es mérito mío -- dijo él con su proverbial sentido de la
justicia -- Jason es en gran medida responsable, sobre
todo en lo tocante a vocabulario y de hecho quien mejor entiende lo que ella
trata de decir, y hasta Sirius a pesar de lo que puedas pensar, ha contribuido
mucho a hacer más llevadera tu ausencia para ella.
El tiempo pareció correr y llegó el
momento de marcharse. Hermione abrazó fuertemente a la niña, y esta abrió los
ojos.
-
Debo
irme cielo -- le dijo
-- Pero prometo que regresaré
pronto ¿sí?
-
Ma va -- dijo
Lyra
-
Sí
cariño, pero… -- las lágrimas la estaban ahogando de
nuevo --
volveré
-
Vamos
amor --
dijo Remus estirando los brazos
-- irás con el tío Sirius
-
No -- se negó la niña -- Jey
ento -- dijo con voz adormilada
-
De
acuerdo Jason te contara un cuento entonces
-
Es
hora, lo siento -- dijo Jason acercándose
Hermione y Remus se pusieron de pie y ella
abrazó a Jason.
-
Gracias
Jason, nunca dudé que lo harías posible, y más agradecida aún por lo que has
hecho por mi hija
-
Olvídalo --
dijo él apartándola con delicadeza
-- debes irte
Ella asintió, le dio un último beso a su
hija que ya había cerrado los ojos de nuevo, y caminó hacia los demás. Remus le
entregó la niña a Jason y la siguió. Una vez que Remus desapareció con
Hermione, Jason le entregó la niña a Sirius y a continuación apuntó su varita
al piso y comenzó a recorrer el círculo de nuevo murmurando otro conjuro.
-
Vi ignis, quia linea augue Auxilium
-- a medida que hablaba se iba
encendiendo una línea de fuego alrededor del círculo -- et cum potentia, aqua emundans --
ahora un chorro de agua estaba apagando el fuego que antes había
encendido -- revertar
ad sacra terra, eius naturali puritatem
-- cuando se hubo extinguido el
fuego --
Gratias uxorem Dana
Una vez que finalizó el ritual, comenzó
a soplar un fuerte viento, Jason se apresuró hacia donde estaban los demás,
Sirius le devolvió a Lyra y él la cubrió con su capa.
-
Vámonos
Y los tres desaparecieron. Jason pensó
que aunque le había dolido el corazón al ver a Hermione despedirse de su hija,
había cumplido con su palabra.
****************************************************
Traducción:
*Mi señora Dana, eres el viento que
sopla sobre las aguas
Las olas embravecidas de los océanos
Las lágrimas del sol
La palabra certera y la lanza que hiere
en la batalla
Hoy vengo a ti poderosa señora, a invocar tu protección
Traza con tu espada el círculo mágico
Y no permitas que ningún ser maligno
Pueda cruzar sus líneas ni dañar a los
seres a los que concedes tu protección
Te ofrezco mi sangre y con ella queda
sellado el círculo
** Por el poder del fuego, borro la
línea protectora
Y con el poder purificador del agua
Devuelvo a esta tierra sagrada
Su estado natural de pureza
Gracias mi señora Dana
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